En un movimiento que puede tener un impacto significativo en la economía europea, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido girar el timón y reducir los tipos de interés en 0,25 puntos. Esta medida tiene como objetivo estimular el crecimiento económico y combatir la deflación en la zona euro. Sin embargo, esta decisión no parece tener un impacto significativo en los hipotecados, que apenas notarán el cambio. A pesar de que la reducción de los tipos de interés puede hacer que los préstamos sean más asequibles, los expertos afirman que el efecto en las hipotecas ya contratadas será mínimo.
El Banco Central Europeo anuncia la primera bajada en los tipos de interés oficiales del euro en casi dos años
Luego de meses de especulación, el Banco Central Europeo (BCE) ha aprobado la primera bajada en los tipos de interés oficiales del euro en casi dos años. Esta decisión marca un cambio en la política monetaria del BCE, que ha estado elevando los tipos de interés desde julio de 2022 para combatir la inflación.
El Consejo de Gobierno del BCE ha votado a favor de reducir los tipos en 0,25 puntos, lo que reduce el tipo oficial vinculado a los depósitos al 3,75% y el interés relacionado con el crédito al 4,25%. Aunque esta bajada puede ser beneficiosa para los hogares y empresas que tienen deudas o quieren acceder a un préstamo, su impacto en el euríbor es cercano a cero.
Un paso conservador
El BCE no parece comprometido con un descenso rápido del precio del dinero, lo que significa que los bancos comerciales no han comenzado a reducir significativamente los intereses que ofrecen a sus clientes. La institución que supervisa el euro ha dejado claro que no da por ganada la batalla contra la inflación y que los tipos de interés se mantendrán en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario para cumplir con su mandato de reducir la inflación al 2%.
La decisión del BCE ha sido recibida con cautela por los analistas, que esperaban alguna pista más sobre qué se puede esperar en las próximas reuniones de política monetaria. No se trata de un banco central con prisa por relajar su política, sostiene Mark Wall, economista jefe para Europa en Deutsche Bank.
Un camino incierto
La inflación repunta por tercer mes consecutivo hasta el 3,6%, empujada por el precio de la luz y de los carburantes. El panel de Funcas estima que el euríbor se situará en el 3,2% a finales del cuarto trimestre, apenas cuatro décimas por debajo del nivel de cierre de mayo.
Las cuotas que pagan cada mes los hipotecados a tipo variable se irán reduciendo durante lo que resta del año, aunque lo harán de manera muy moderada. La razón es que, aunque el euríbor lleva casi medio año sin moverse, se sitúa en unos niveles algo más bajos de los que se vieron durante la segunda mitad de 2023.
El BCE toma la iniciativa
La decisión del BCE tiene un peso más simbólico que práctico, pero aun así es importante. En primer lugar, porque supone el pistoletazo de salida a una nueva fase en la política monetaria: la del descenso, que todavía es incierta. En segundo lugar, porque el BCE ha sido el primero de los tres grandes bancos centrales en atreverse a bajar los tipos de interés.
La Reserva Federal (FED) estadounidense y el Banco de Inglaterra todavía no han dado el paso. Sin embargo, la decisión del BCE puede ser un paso importante hacia una política monetaria menos restrictiva en la zona euro.
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