El Clásico se ve envuelto en una lucha comercial: Telefónica y Masorange apuestan fuerte ante el duelo entre Barcelona y Real Madrid

El Clásico se ve envuelto en una lucha comercial: Telefónica y Masorange apuestan fuerte ante el duelo entre Barcelona y Real Madrid

En el marco del duelo más esperado del fútbol español, el encuentro entre Barcelona y Real Madrid, conocido como El Clásico, se avecina una nueva batalla, pero esta vez no solo en el terreno de juego. La lucha comercial entre dos de las principales operadoras de telecomunicaciones del país, Telefónica y Masorange, ha alcanzado un nuevo nivel de intensidad. Ambas compañías han decidido apostar fuerte para obtener los derechos de transmisión exclusivos del partido, lo que supondría un golpe significativo para la competencia y un gran premio para la ganadora.

La guerra del fútbol: Telefónica y Masorange ofrecen rebajas agresivas ante el duelo entre Barcelona y Real Madrid

Raphinha celebra su gol ante el Betis. EFE

Una particular resaca hasta que se celebre el primer asalto del Clásico en el Santiago Bernabeu el próximo sábado. Telefónica y Masorange llegan en guardia a esta prórroga en la batalla comercial en el mercado del fútbol al menos hasta que se dispute el Barcelona-Real Madrid del próximo fin de semana. Las dos operadoras tratan de 'rebañar' los últimos clientes que quieren este contenido premium y en cierta manera 'robar' a otros en Vodafone en una prórroga que también se produjo en aquellos años de fuerte enfrentamiento antes de la pandemia.

Se produce después de que las portabilidades hayan dado más alegrías al antiguo monopolio que a la 'joint venture' durante el verano. Este verano se ha revivido el espíritu de la guerra de los años 2018 y 2019 con rebajas en agosto y septiembre que fueron de entre el 50% y el 60% sin permanencia durante doce meses. Lo hicieron ambos para tratar de robar el máximo número de clientes en un contexto de fuerte competencia.

Descuentos agresivos

Ahora, en el mes de octubre y con buena parte del botín repartido, buscan elevar algo más la temperatura antes del partido del próximo sábado. En el caso de Masorange no ha introducido cambios en la propuesta que planteó en el mes de agosto. Un descuento de hasta el 60% para colocar al puerta de entrada al fútbol en los 42 euros (y no en los 108 euros originales), según queda reflejado en sus webs públicas. Por su parte, Telefónica ha mantenido el pulso aunque de manera selectiva con una oferta de 52,90 euros (un recorte del 55% respecto a su precio original) para clientes de sus rivales, con un foco puesto en Vodafone.

Aunque no tiene el fútbol desde el año 2018, cuando optó por salirse al entender que la fórmula mayorista que exigía la CNMC hacía que no le salieran las cuentas, Vodafone también está presente en esta pugna comercial entre los dos principales grupos. Y la razón es que su propuesta agresiva de productos convergentes con las principales plataformas audiovisuales por apenas 60 euros ha obligado a Telefónica y al resto a mover ficha. Buena parte de esas ofertas privadas con descuentos importantes en fútbol -que se sitúan por debajo de esos paquetes de su rival- iban dirigidos directamente a estos clientes.

La clave de la competencia

Una de las claves de estas prórrogas de finales de septiembre y todo el mes de octubre, que se suelen dar todos los años aunque en esta ocasión con mayor actividad, radica en cómo llegan las operadoras desde el punto de vista comercial. Masorange ha sido uno de los afectados desde un punto de vista comercial de las portabilidades durante el periodo estival. En agosto se dejó más de 49.000 líneas. Representan el termómetro, pues obviamente todos los paquetes, incluidos los de fútbol, tienen vinculados esos números. Telefónica ganó algo más de 13.000.

Cuidado con los márgenes Pese a la fuerte competencia que se ha vivido en esta temporada, ambas operadoras han llegado con necesidades de mantener la rentabilidad en este mercado y los clientes de fútbol -con ingresos medios elevados y mayor fidelidad- deberían ser una de las armas. Masorange había elevado su resultado bruto (Ebitda) en España algo más de un 3% hasta los 1.244 millones de euros entre enero y junio. Por su parte, Telefónica necesitaba mantener la aceleración en el crecimiento de esos beneficios brutos del 0,6% en el segundo trimestre.

Es por eso que han tratado de medir bien el impacto de estos ajustes en precios. Máxime cuando este contenido premium para Telefónica implica un coste anual bruto de más de 1.000 millones de euros y Orange más de 300 millones.

Un mercado en constante evolución

Todo esto se produce en el contexto de un año 2024 en el que la televisión ha dejado definitivamente de ser un producto solo y exclusivamente premium para los clientes de las operadoras de telecomunicaciones. Este año ha sido el de la explosión de las propuestas de bajo y medio coste con contenidos audiovisuales. Es lo que ha sucedido con Orange TV Libre (producto para clientes de la operadora naranja pero con una oferta más reducida y a menor precio), con el relanzamiento y la bajada de precio de Movistar Plus+; la introducción de dos de las plataformas más relevantes en los paquetes de la ‘low cost’ Lowi, o la consolidación de Jazztel TV.