La comunidad de internet se viste de luto tras el fallecimiento de Kabosu, el perro Shiba Inu que se convirtió en un icono de la cultura memética gracias a su famosa imagen conocida como Doge. La popular imagen, que muestra a Kabosu con una expresión facial inconfundible, se convirtió en un símbolo de la alegría y la diversión en la red. A lo largo de los años, la imagen de Kabosu se convirtió en una de las más compartidas y editadas en línea, convirtiéndose en un fenómeno viral que trascendió fronteras y generaciones. Ahora, con su partida, el mundo de los memes dice adiós a un verdadero icono de la internet.
Adiós a Kabosu, el perro detrás del meme Doge que nos dejó una sonrisa eterna
Kabosu, el perro que protagoniza el meme Doge y que incluso tiene su propio bitcoin, el Dogecoin, ha fallecido este viernes, según ha anunciado en redes su dueña, Atsuko Sato.
La imagen de este adorable Shiba Inu nació en febrero de 2010 cuando Atsuko Sato, profesora de guardería japonesa, publicó en su blog fotos de su perro recién adoptado. Este era Kabosu, su tierna mascota que, entre otras poses, decidió poner este adorable semblante en el que miraba de reojo a cámara y levantaba las cejas.
El resto lo hicieron las redes, pues rápidamente se hizo viral y, en diciembre de 2013, se convirtió incluso en su propia criptomoneda, el Dogecoin, que durante años ha sido ampliamente apoyada por Elon Musk.
La figura peluda histórica de internet se fue
Lamentablemente, ahora esta figura peluda histórica de internet ha muerto, después de pasar casi dos años con problemas de salud que le provocaron que empezase a andar con dificultad. De hecho, en las últimas imágenes del animal se le ve utilizando una silla de ruedas para perros.
Atsuko Sato escribió en su blog, donde cuenta su vida junto a Kabosu y a tres gatos, un post despidiéndose del famoso can, que cayó en un sueño profundo en una noche que fue como cualquiera para él, en la que bebió, comió y se durmió tranquilamente.
Un agradecimiento eterno
A todos los que amaron a Kabo-chan durante tanto tiempo, muchas gracias. Kabo-chan era el perro más feliz del mundo y yo era la dueña más feliz del mundo, aseguró. Incluso ahora sigue sonriendo y moviendo la cola.
Creo que todavía sigue acurrucándose a mi lado. Estoy seguro de que me acompañará durante mucho tiempo, concluyó la mujer, no sin antes aclarar que el 26 de mayo se celebrará el funeral, que será una divertida fiesta de despedida.
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