Descubre uno de los pueblos más aislados de Cantabria: una pequeña villa rodeada de montañas
En un rincón remoto y pintoresco de Cantabria se esconde un tesoro oculto para muchos: una pequeña villa rodeada de imponentes montañas que la convierten en uno de los lugares más aislados de la región. Este enclave, desconocido para la mayoría, ha despertado la curiosidad de investigadores y amantes de la naturaleza, quienes se aventuran a descubrir los secretos que guardan sus abruptos paisajes y su atmósfera de tranquilidad y paz.
La villa, que se erige majestuosa en medio de la naturaleza virgen, se convierte en un refugio para aquellos que buscan desconectar del bullicio de la ciudad y sumergirse en un entorno donde el tiempo parece detenerse. Sus habitantes, hospitalarios y acogedores, comparten con los visitantes la riqueza de su cultura y tradiciones, haciendo de este lugar un destino único y especial en el corazón de Cantabria.
Descubre Tresviso: la joya escondida de Cantabria entre montañas y tradiciones centenarias
Un pequeño conjunto de casitas de techos rojizos contrastan con el verde de las montañas del este de Cantabria. El pueblo de Tresviso se alza junto a los Picos de Europa con su arquitectura tradicional, su ambiente tranquilo y su esencia histórica. El aislamiento de la localidad ha jugado a su favor a la hora de mantener vivas desde sus costumbres a su gastronomía centenaria. En definitiva, la villa se presenta como un destino rural donde dejarse envolver por la paz de la naturaleza, respirar aire limpio y descansar del trasiego de las ciudades.
Tresviso, un rincón aislado en Cantabria donde la naturaleza y la historia se funden
El origen del pueblo de Tresviso es incierto, ya que no se tiene registro de sus primeros pobladores; sin embargo, hay constancia de su existencia en torno al siglo X, señalan desde Turismo de Cantabria. Lo que sí está claro es de dónde procede su topónimo, una derivación cántabra, tres-visu, del latín trans visum, es decir, tras el collado. Esta villa de la comarca de Liébana, que limita con Asturias, se encuentra junto al macizo oriental de los Picos de Europa. Concretamente, se ubica junto al cauce del río Urdón y al barranco de altas paredes calizas que ha ido creando la erosión del agua. Asimismo, el pueblo está dominado por la presencia del Cantu la Jorcaúra, una cumbre de 1.272 metros de altitud.
El acceso a la villa es complicado debido a su situación geográfica. Para llegar hasta él hay que entrar desde Asturias, ya que no dispone de acceso por carretera desde Cantabria, debido a la imposibilidad de construir una por la orografía del lugar.
La principal actividad económica de Tresviso es la ganadería, y de ahí procede una de sus tradiciones más arraigadas, que incluso se remonta a la Edad Moderna. Se trata de la elaboración de quesos de gran calidad, entre los que destaca el Queso Picón Bejes-Tresviso. La villa también se está consagrando como un destino de turismo rural gracias a sus atractivos naturales, ideales para el senderismo y la contemplación de paisajes únicos.
En el pueblo se puede pasear por sus calles empedradas, deleitarse con sus exquisitos productos gastronómicos, visitar la iglesia parroquial, construida en 1904 sobre la vieja ermita de San Pedro (siglo XVIII). Además, una buena fecha para sumergirse en la cultura local es el 29 de junio, cuando se celebra la fiesta de El Ramu.
Cómo llegar a Tresviso
El trayecto en coche desde la ciudad de Santander hasta Tresviso es de 2 horas y 14 minutos por la A-8. Desde Oviedo es de 2 horas y 20 minutos por la misma autopista.
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