Ante la preocupante situación que se avecina, España se encuentra en alerta máxima. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha emitido un aviso especial sobre el pronóstico de un verano extremadamente caluroso, que podría ser uno de los más cálidos de la historia. Los especialistas advierten que los niveles de agua en los embalses se encuentran en niveles críticos, lo que supone un riesgo importante para la seguridad hídrica del país.
En este contexto, las autoridades están trabajando para garantizar el suministro de agua y mitigar los efectos del cambio climático. Se han activado planes de emergencia para asegurar el abastecimiento de agua potable y se están tomando medidas para reducir el consumo en los próximos meses. La situación es muy grave y requiere la máxima atención por parte de todos.
La situación hidrológica en España: niveles de agua en embalses críticos y un verano caluroso en el horizonte
Tras un inicio de año húmedo, con una precipitación por encima de lo normal en enero, febrero y marzo, España se prepara para un verano extremadamente caluroso con niveles de agua en los embalses en niveles críticos.
A día de hoy, la reserva de agua en los embalses españoles se sitúa en un 66,3% de su capacidad total, lo que se traduce en 37.154 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, es decir, 11.000 hm³ (18 puntos porcentuales) más que en 2023.
Niveles de agua en embalses
Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, más de la mitad de las 16 cuencas existentes presentan niveles muy por encima del 50%:
- Cantábrico occidental (91,8%)
- Duero (91,7%)
- Miño-Sil (90,1%)
- Cuencas Internas del País Vasco (90,5%)
- Cantábrico Oriental (87,7%)
- Tinto, Odiel y Piedras (85,2%)
- Galicia Costa (86,1%)
- Tajo (79,7%)
- Ebro (75,2%)
- Júcar (55,1%)
- Guadiana (50,6%)
Por otro lado, las cuencas que se encuentran muy por debajo del 50% de su capacidad son:
- Guadalquivir (46,7%)
- Cuenca Mediterránea Andaluza (31,5%)
- Guadalete-Barbate (30%)
- Cuencas internas de Cataluña (27%)
- Segura (23,8%)
Balance climático
Estos niveles de agua, más elevados que años atrás, derivan, entre otros aspectos, de un inicio de año húmedo con enero y febrero a la cabeza, pero sobre todo marzo, por el paso de la borrasca Nelson que los últimos días del mes dejó acumulados por encima de los 100 litros por metro cuadrado en amplias zonas de España.
Por su parte, abril fue en general seco, salvo en Cataluña, donde sus cuencas han tenido un respiro debido a las importantes precipitaciones.
Las lluvias en los últimos meses también han sido relevantes en el Guadiana y en el Guadalquivir, así como en la parte más occidental de las cuencas andaluzas; sin embargo, en la parte oriental de la cuenca del Júcar o en la mayor parte de la del Segura, las lluvias no destacan y por tanto la situación no ha mejorado.
Año hidrológico
Con respecto al año hidrológico, el valor medio de las precipitaciones desde el pasado 1 de octubre de 2023 y hasta el 21 de mayo es de 534 litros por metro cuadrado, lo que representa un 6% más que el valor normal en dicho período.
Según datos de la Aemet, las precipitaciones superan los valores normales en la mitad oeste e interior de la península, en la zona oriental del País Vasco, en Navarra, en la mitad oeste del Pirineo y en el norte de Aragón.
Por el contrario, las cantidades acumuladas se encuentran por debajo de lo normal en el tercio este, además de en Asturias, Cantabria, la mitad norte de la provincia de Burgos, la mitad este y sur de Andalucía y ambos archipiélagos.
La agencia de meteorología destaca que las precipitaciones están especialmente bajas en una franja en el levante peninsular -desde Almería hasta el delta del Ebro-, pero sobre todo en parte de Murcia y Almería y en el litoral de toda la Comunidad Valenciana, donde se ha registrado menos de una cuarta parte de su precipitación media.
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