Gisela, reconocida actriz y madre primeriza, ha compartido abiertamente su experiencia sobre los desafíos que enfrenta con la lactancia de su hijo. En una reciente entrevista, la artista expresó que la tarea de amamantar a su bebé ha sido muy complicada, destacando la importancia de hablar abiertamente sobre este tema tan relevante para muchas mujeres. Gisela resaltó que, a pesar de los obstáculos, está comprometida en superar las dificultades y en buscar apoyo tanto en su entorno cercano como en profesionales de la salud. Su valentía al compartir su historia refleja la realidad que muchas madres enfrentan, inspirando a otras a no sentirse solas en este camino lleno de desafíos y aprendizajes.
Gisela enfrenta desafíos con la lactancia de su bebé primerizo
Gisela se encuentra experimentando la maternidad tras recuperarse de su operación de riñón después de dar a luz. A sus 45 años, la cantante se ha convertido en madre primeriza junto a su pareja, José Ángel Ortega, el pasado 30 de marzo. Sin embargo, ese proceso no está siendo un camino de rosas, pues la extriunfita ha confesado tener que recibir ayuda profesional para poder alimentar a su bebé.
A lo largo de su embarazo de riesgo, Gisela ya había contado en varias ocasiones haber sentido dolores todos los días, una situación que entonces describió como un infierno en declaraciones para la revista Semana. Pero los problemas no se han quedado ahí. Ahora, ya con Indiana - así es como ha llamado la pareja al bebé - entre los brazos, darle de comer se ha convertido en toda una odisea.
Es muy complicado y en mi caso estamos batallando con la lactancia mixta, que es muy difícil, ha explicado la cantante a través de un video en su cuenta de Instagram.
Estoy aquí, dándolo todo. Es super necesario e imprescindible ponerse en manos de expertos en lactancia materna, porque es una movida. Esto es complicadísimo. Una aventura. Pero es maravilloso y yo creo que es lo mejor para los bebés si se puede hacer, afirma Gisela en el video mencionado anteriormente.
La lactancia mixta es una forma de alimentar al bebé en la que se hace uso tanto de la leche materna como la leche de fórmula que se le da con biberón. La cantidad que se le dé de cada una depende de la capacidad de cada madre para producir el líquido y el tiempo que puede dedicar a esa tarea.
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