En un esfuerzo por regular el crecimiento turístico sostenible en la isla de Mallorca, la Alcaldía de Palma ha propuesto una norma innovadora que busca prohibir la construcción de nuevos alojamientos de alquiler turístico. Esta medida tiene como objetivo principal preservar la calidad de vida de los residentes y frenar el impacto ambiental negativo generado por la sobrecarga turística. Además, el Ayuntamiento está estudiando la posibilidad de limitar el número de cruceros y coches de alquiler que llegan a la isla, con el fin de reducir la congestión y la contaminación en las carreteras y puertos de la isla. Esta iniciativa busca encontrar un equilibrio entre el turismo y la sostenibilidad, garantizando un futuro más sostenible para la isla de Mallorca.
La Alcaldía de Palma lanza un plan para contener la presión turística y proteger la ciudad
El Ayuntamiento de Palma, gobernado por el Partido Popular, ha presentado un plan para limitar la entrada de turistas en la ciudad y proteger la capital balear de la congestión turística.
Entre las medidas propuestas se encuentran la restricción de la llegada de cruceros y coches de alquiler, así como la fijación de cupos para las visitas en grupo. El alcalde, Jaime Martínez, confía en alcanzar un acuerdo para hacer frente a la congestión turística, que afecta especialmente a Palma por su condición de capital y puerta de entrada a Mallorca.
Medidas autónomas del Ayuntamiento
El Ayuntamiento de Palma tiene previsto impulsar medidas que no requieren la coordinación con otras administraciones, como la prohibición de nuevos alquileres turísticos en cualquier tipo de vivienda. Además, se modificará el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para restringir al máximo la apertura de nuevos establecimientos de pública concurrencia en las zonas turísticas maduras.
Entre estas zonas maduras se encuentran la Playa de Palma, Cala Mayor y el Paseo Marítimo, donde el objetivo es que no se abran más discotecas ni bares nocturnos. También se incluirá en la Ordenanza Cívica la obligación de todos los establecimientos que sirvan comida para llevar y de todos los negocios de las zonas maduras de mantener limpio el espacio público en un perímetro de 50 metros.
Actuaciones que requieren coordinación
Entre las actuaciones para contener la presión turística que requieren de la coordinación entre administraciones, el alcalde ha mencionado la limitación del número de cruceristas con restricciones ya sea de cantidad de barcos o del tamaño de los buques. Además, se defenderá que se aplique a los cruceristas un impuesto por acceder a la ciudad y que se incrementen las tasas que los barcos turísticos pagan por el suministro de agua y por el tratamiento de sus residuos.
El gobierno municipal también plantea que estos gravámenes más elevados se extiendan a todas las estancias turísticas en la ciudad, que se regule de forma restrictiva la entrada de coches de alquiler y se limiten las excursiones en grupo de visitantes en la capital balear.
El alcalde ha hecho hincapié en que una de las medidas más relevantes que debe pactar la mesa del turismo es reforzar los servicios de inspección y las herramientas jurídicas para erradicar el alquiler ilegal de viviendas para uso vacacional, así como el resto de actividades de competencia desleal con los agentes turísticos que cumplen la ley.
Finalmente, el alcalde ha considerado urgente limitar la llegada de visitantes a Palma, que sufre problemas comunes a los de multitud de ciudades turísticas.
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