El Espartaco ruso: del general al presidio
El exgeneral ruso Ivan Popov, apodado Espartaco por sus soldados, enfrenta hasta 10 años de prisión acusado de fraude millonario de material destinado a la guerra en Ucrania.
La caída en desgracia
Hasta hace apenas un año, Ivan Popov era un importante general del Ejército ruso, con el beneplácito de Vladimir Putin y una carrera militar en auge. Sin embargo, en un giro del destino, en 2023 comenzó a caer en desgracia. Fue destituido de su puesto por hablar demasiado y ahora enfrenta graves acusaciones.
El Espartaco ruso
Ivan Ivanovich Popov nació el 30 de enero de 1975 en Danilovsky, provincia de Volgogrado. Era comandante del 58º Ejército de Armas Combinadas de las Fuerzas Armadas de Rusia que combate en Zaporiyia, en la guerra de Ucrania. Sus soldados le apodaban Espartaco.
Tras graduarse en la Escuela Superior de Mando Militar de Moscú, pasó por varios destinos. Popov se ganó reputación de ser uno de los comandantes de brigada de más rápido ascenso en las Fuerzas Terrestres rusas.
El ejército ruso libra dos guerras
Ya durante la invasión de Ucrania, comandó las fuerzas rusas en la zona de Balakliia y en septiembre llevó a cabo una caótica retirada durante la contraofensiva ucraniana de Kharkiv. Pese a ello, en marzo de 2023 fue ascendido a general de división y comandante del 58º Ejército de Armas Combinadas, responsable del sector de Zaporizhzhia.
La verdad que le costó el puesto
Popov dio su versión de los hechos, o sea, de cómo iba la guerra. En julio pasado, alertó sobre las dificultades en el frente de la invasión de Ucrania. Fue destituido del mando del 58º ejército y enviado a Siria.
Os lo digo honestamente, se ha producido una situación compleja con la jefatura: había que ser cobarde, callar y decir lo que querían oír o llamar las cosas por su nombre, decía Popov en un audio dirigido a sus soldados.
La acusación de fraude
El exgeneral fue detenido el 17 de mayo por sospechas de fraude a gran escala. Ha sido acusado de participar en el robo de 1.700 toneladas de productos metálicos destinados al frente en la región ucraniana de Zaporiyia por valor de 1.300 millones de rublos (unos 13 millones de euros).
Popov ha rechazado las acusaciones y ha solicitado cumplir el resto de los procedimientos bajo arresto domiciliario. Aunque los investigadores rusos han estado de acuerdo, la petición ha sido denegada hasta dos veces.
Las consecuencias políticas
El arresto preventivo del exgeneral ha suscitado una pugna sin precedentes entre los defensores del condecorado militar y los partidarios de su procesamiento.
Según expertos consultados, la detención de Popov se enmarca en una campaña de limpia en las Fuerzas Armadas, que coincidió con la destitución de Serguéi Shoigú como ministro de Defensa.
La limpia, como la definió el líder socialdemócrata en la Duma, Serguéi Mirónov, comenzó el 23 de abril, dos semanas antes de la destitución del ministro de Shoigú.
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, niega que se trate de una purga, aunque al menos dos altos mandos del ejército ruso han sido detenidos por corrupción desde finales de abril.
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