La historia de la lencería femenina ha experimentado una profunda transformación a lo largo de los siglos, pasando desde la rigidez del corsé hasta la comodidad y sensualidad del sujetador 'push-up'. Esta evolución revolucionaria ha marcado un hito en la moda íntima de las mujeres, reflejando no solo cambios estéticos, sino también sociales y culturales. Desde las épocas en que el corsé definía la silueta femenina con su rigidez y restricciones, hasta la llegada del sujetador 'push-up' que realza y resalta el busto de forma natural y elegante, cada etapa ha representado una nueva era en la historia de la ropa interior femenina. Esta transición ha sido testigo de la liberación de la mujer, permitiéndole mayor confort y confianza en sí misma, mientras se adapta a las cambiantes tendencias y exigencias de la moda.
Historia de la lencería: evolución desde el corsé hasta el sujetador 'pushup'
A lo largo de la historia, se ha visto a la lencería tanto como una opresión como una prenda liberadora para la mujer. Sin embargo, su historia es aún más compleja que esta concepción maniqueísta, evolucionando desde algo completamente funcional a una expresión de la personalidad y sexualidad.
Del corsé al sujetador moderno: transformación de la lencería femenina
En el antiguo Egipto ya era común el uso de taparrabos, aunque el primer sujetador no apareció hasta la época romana, llamado 'strophium' o 'mamillare'. Este consistía en una banda de tela que cubría el pecho de las mujeres para darse soporte y apoyo para realizar cómodamente las diferentes actividades diarias.
De la opresión a la liberación: la compleja historia de la lencería
No hubo muchas más innovaciones hasta el siglo XVI en Europa, cuando se desarrolló el corsé con su forma tan característica. De nuevo, nació como una prenda para dar soporte a la espalda y el torso, ayudando a las mujeres de clases más bajas a realizar sus tareas y mejorar la postura.
Desfile de Hunkemöller: la diversidad de cuerpos en la pasarela de lencería
La pasarela se convirtió en un auténtico espectáculo al ritmo de las coreografías de Malou Linder, en un abrazo a la autenticidad, la libertad de expresión, el apoyo y la celebración de la diversidad, fusionando la danza y el mundo de la moda sobre el escenario.
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