En un testimonio inspirador de fuerza y resiliencia, Yolanda Torosio nos muestra que incluso en los momentos más difíciles, el optimismo incólume y la determinación pueden llevarnos a superar cualquier obstáculo. Después de enfrentar el desafío del ictus, una condición que la dejó cuestionándose si podría volver a bailar o llevar una vida normal, Yolanda encontró la forma de bailar contra la adversidad, demostrando que la voluntad de vivir y disfrutar la vida puede vencer cualquier obstáculo. Su historia es un ejemplo inspirador para todos aquellos que enfrentan desafíos similares, y un recordatorio de que la fuerza interior y la determinación pueden llevarnos a alcanzar metas que parecían imposibles.
- La fuerza de Yolanda Torosio: superar el desafío del ictus y encontrar la forma de bailar contra la adversidad
- De bailarina a superviviente: la historia de Yolanda Torosio, quien logró superar el ictus y encontrar nuevo propósito
- La danza como terapia
- La aceptación y la perseverancia
- La discapacidad forma parte de mi vida
La fuerza de Yolanda Torosio: superar el desafío del ictus y encontrar la forma de bailar contra la adversidad
Yolanda Torosio, una bailarina, coreógrafa y actriz de un pequeño pueblo manchego, siempre había trabajado duro para alcanzar sus metas. Pero hace seis años, su vida cambió drásticamente cuando sufrió un ictus que la llevó a perder su capacidad para bailar y su independencia.
De bailarina a superviviente: la historia de Yolanda Torosio, quien logró superar el ictus y encontrar nuevo propósito
Antes del ictus, Yolanda había grabado una voz en off para un vídeo titulado Contraluz, en el que narraba la historia de una bailarina que lucha contra la oscuridad (enfermedad) y decide luchar para encontrar la luz. Ese mismo texto se convirtió en una premonición para su propia vida.
En su autobiografía, Bailando la adversidad, Yolanda relata su experiencia de superar el ictus y encontrar un nuevo propósito en la vida. ¿Cómo empezar de nuevo cuando todo se ha roto en pedazos?, se pregunta.
La danza como terapia
La danza siempre fue una parte integral de la vida de Yolanda. Después del ictus, descubrió que la danza podía ser una forma de terapia para ella. En el Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC), Yolanda asistió a clases de baile adaptado. Si mi ego hubiera estado muy inflado, esto habría sido un batacazo tan grande que me hubiera obligado a desinflarlo, escribe.
Yolanda también creó el proyecto Danzen, dirigido a sus compañeros bailarines, que posteriormente amplió para personas con discapacidad. Ahora, su objetivo es recuperar esta iniciativa para llegar a más personas.
La aceptación y la perseverancia
Yolanda aprendió que la aceptación y la perseverancia son clave en el proceso de recuperación. La aceptación, que no resignación, es el camino más rápido para que la resistencia no te impida ponerte a trabajar y conseguir mejorar, dice.
Después de tres años de recuperación, Yolanda recibió la llamada de Nacho Cano, con quien trabajó en el musical Malinche. Ahora, sigue trabajando con él y encarna a la profeta en el musical.
La discapacidad forma parte de mi vida
Yolanda admite que antes del ictus, la discapacidad formaba parte de la realidad, pero no de la suya. Ahora, ve la discapacidad en la calle y se da cuenta de las carencias, como la falta de ascensores en el metro.
Yolanda tiene ilusión de que la discapacidad forme parte también de su vida laboral. Quiere dar charlas a jóvenes y colaborar con la asociación Freno al Ictus. También destaca la importancia de la prevención del ictus, ya que un alto porcentaje puede prevenirse.
Yolanda concluye que lo importante no era centrarse en lo que no podía hacer, sino en lo que sí podía hacer. Un cambio de mirada que me permitía ver que cuando una puerta se cierra, una ventana se abre, escribe.
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