La nueva pulsera de Balenciaga en forma de cinta aislante por 3.000 euros que desata la polémica
La reconocida firma de moda Balenciaga ha vuelto a generar controversia en el mundo de la moda con el lanzamiento de su nueva pulsera de diseño peculiar, inspirada en una cinta aislante, y un precio exorbitante de 3.000 euros. El producto ha generado opiniones encontradas, con algunos elogiando la originalidad y extravagancia de la marca, mientras que otros critican la aparente falta de sentido y el precio desorbitado de la pieza. La pulsera ha sido descrita como una declaración de moda audaz por algunos, mientras que otros la ven como un ejemplo de la excentricidad innecesaria en la industria. Sin duda, esta pieza ha desatado un debate sobre los límites entre la creatividad y la extravagancia en el mundo de la moda contemporánea.
Balenciaga desata la polémica con su nueva pulsera de cinta aislante por 3.000 euros
El sector de la moda ha puesto el grito en el cielo, aunque no han sido los únicos. Las redes sociales también se han escandalizado tras el último lanzamiento de la pulsera de Balenciaga, la cual tiene forma de cinta aislante. Ahí es nada. Sin embargo, no es la primera vez que un diseño de la casa de moda de origen español, en concreto, de San Sebastián, ha sido objetivo de controversia. Las polémicas en la firma de lujo vienen ya de serie y, lo cierto, es que parece que les funciona a modo de publicidad a nivel global.
Solo hay que echar la vista un poco atrás. Fue durante el verano de hace dos años cuando Demna Gvasalia, el actual director creativo de Balenciaga, lanzó la bolsa de basura por valor de 1.700 euros. Meses más tarde, la peripecia consistió en bridas que se vendían como pulseras de lujo a 575 euros. También fue quien puso a la venta en 2017 la ya recordada bolsa azul con asas a 1.700 euros, que era clavada a la bolsa de plástico azul que vende IKEA a sus clientes por 50 céntimos.
La extravagante colección de Balenciaga: cinta aislante, bolsas de basura y falda-toalla
Pero la cosa no acaba ahí. La última locura de la firma de lujo con sede en París, y que conquista a celebridades de la talla de Kim Kardashian y Kanye West, fue una 'falda-toalla' por la nada desconsiderarle cifra de 695 euros. De color beige y largo midi, está diseñada con una cintura de talle medio, dos botones en la parte interna para ajustarla bien, un cinturón ajustable con hebilla en el interior y lleva el logotipo de Balenciaga bordado tono sobre tono en la parte delantera.
Una de las frases más icónicas de Chanel rezaba que “el lujo no depende de la riqueza, sino de la ausencia de vulgaridad”. Este no es el caso. Lo cierto es que a simple vista esta pulsera no tiene nada diferente a una cinta adhesiva industrial que se puede conseguir en cualquier ferretería, pero lo que le da el plus - que justificaría su precio de 3.000 euros- es que tiene grabado el nombre de Balenciaga.
Para ser más exactos, este accesorio forma parte de la colección otoño e invierno de la marca de lujo, que busca convertir un artículo cotidiano en un accesorio de lujo. La intención es que se vea holgada en la muñeca y estará en talles S, M y L. Además, fue visto por primera vez en la Semana de la Moda de París, donde una modelo lo lució combinado con un vestido azul, que también tenía cinta.
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