La capital española, Madrid, se prepara para dar un gran salto tecnológico con la implementación del proyecto Sandbox, un ambicioso plan que busca convertir la ciudad en un gigantesco laboratorio tecnológico. Esta iniciativa innovadora tiene como objetivo transformar las calles de la ciudad en un campo de pruebas para nuevas tecnologías y soluciones urbanas, permitiendo a empresas y startups probar y desarrollar sus proyectos de manera segura y controlada. Con este proyecto, Madrid se posiciona como un referente en materia de innovación y tecnología, abriendo las puertas a nuevas oportunidades de crecimiento económico y mejora de la calidad de vida para sus ciudadanos.
Madrid se transforma en un laboratorio tecnológico: 'Sandbox' para probar innovaciones urbanas
La ciudad de Madrid se prepara para convertirse en un gigantesco laboratorio tecnológico, gracias a la aprobación del proyecto inicial de la ordenanza que regula el uso de diferentes zonas de la ciudad para testar artículos, servicios y proyectos innovadores.
El Ayuntamiento de la capital recupera la ordenanza Sandbox de Innovación Urbana que no salió adelante la pasada legislatura y lo amplía a otros ámbitos diferentes a la movilidad. Esta norma se aplicará a los proyectos que soliciten acceso a un entorno controlado de pruebas para desarrollos relacionados con materias como sostenibilidad, economía, energía, seguridad, movilidad, accesibilidad o elementos de mobiliario urbano y de espacios públicos.
Ya no serán solo drones, robots de reparto o coches autónomos los que prueben el asfalto madrileño. El Consistorio impulsará diferentes convocatorias en función de las necesidades e intereses, con el objetivo de mejorar la calidad de la vida urbana.
Según ha informado la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, el Ayuntamiento ha detectado que todos aquellos desarrollos tecnológicos basados en la innovación tienen la necesidad de espacios que permitan probar y verificar su viabilidad técnica y obtener la información necesaria para su evolución futura.
Tampoco se centrará únicamente en el distrito de Villaverde, como planteó el gobierno municipal en un primer momento. La intención es, según ha adelantado Sanz, que muchos de estos proyectos se puedan agrupar en algunos puntos concretos de la ciudad pero la ordenanza no cierra una zona específica de Madrid, dependerá de cada proyecto piloto y sus necesidades.
Las empresas tecnológicas podrán testear sus inventos con una burocracia mucho más laxa. El proyecto inicial de la ordenanza pretende facilitar el proceso innovador con la simplificación de los trámites a la hora de encontrar un espacio real en el que llevar a cabo las pruebas de los nuevos desarrollos tecnológicos.
Será la Dirección General de Innovación del Ayuntamiento quien gestione las peticiones de las grandes tecnológicas, de forma que queda todo el proceso centralizado.
Un 'sandbox' pionero en Europa
Un 'sandbox' es un entorno de pruebas cerrado y seguro donde pueden ensayarse innovaciones tecnológicas de forma controlada y con población real antes de ser comercializadas o implantadas masivamente. Bajo supervisión de una autoridad reguladora, se puede evaluar la viabilidad del impacto final del producto antes de salir al mercado.
A través de la nueva ordenanza, el Ayuntamiento capitalino pretende impulsar la iniciativa de empresas, startups e innovadores en general en el desarrollo de la ciudad mediante la participación en estos entornos controlados de pruebas; atraer y fomentar la innovación en la ciudad, involucrando a todos los agentes del ecosistema; y contribuir al posicionamiento estratégico global de Madrid como ciudad que impulsa la innovación.
Según un informe de Madrid Futuro, la implantación de una regulación específica que facilite el desarrollo de Madrid como un ‘sandbox’ para proyectos innovadores, tendrá una atracción de inversión de hasta 500 millones de euros en la ciudad. Además, el Consistorio espera que este espacio tecnológico permita la creación de más de 5.000 puestos de trabajo y colocar a Madrid en el top diez en atracción de talento universitario a nivel global.
Este espacio de pruebas en Madrid es una iniciativa pionera en Europa y, prácticamente a nivel mundial. En Singapur, desde 2019, toda la parte occidental se convirtió en un campo de pruebas para vehículos autónomos, con más de 965 kilómetros de carreteras públicas abiertas. En Dubái, hace tres años la Autoridad Reguladora de Activos Virtuales creó un espacio para probar aplicaciones de blockchain. Y en 2016, Reino Unido puso en funcionamiento un sandbox virtual para poner a prueba modelos de negocio en servicios financieros.
Deja una respuesta