No es un tribunal de justicia, sino un enfrentamiento culinario: ¿aceite de oliva o aceite de girasol, la mejor opción para cocinar?

No es un tribunal de justicia, sino un enfrentamiento culinario: ¿aceite de oliva o aceite de girasol, la mejor opción para cocinar?

En el mundo de la cocina, existen debates que generan pasión y controversia. Uno de ellos es la elección del mejor aceite para cocinar. Dos opciones se enfrentan en este sentido: el aceite de oliva, considerado por muchos como el rey de los aceites, y el aceite de girasol, que ha ganado popularidad en los últimos años. Ambos tienen sus defensores y detractores, y cada uno presenta características y beneficios únicos. En este artículo, exploraremos las ventajas y desventajas de cada uno, y trataremos de responder a la pregunta que todos se hacen: ¿cuál es la mejor opción para cocinar? ¿El sabor y aroma del aceite de oliva o la neutralidad y versatilidad del aceite de girasol? ¡Descúbrelo en las siguientes líneas!

La gran batalla culinaria: aceite de oliva vs aceite de girasol, ¿qué es mejor para tu salud?

El aceite es un alimento indispensable en cualquier cocina española, independientemente del tipo de cocina que se trate. Aunque España es el principal productor de aceite de oliva, los datos recientes revelan que el aceite de girasol ha superado al aceite de oliva como producto estrella entre los españoles. La razón principal es que, a pesar de ser declarado como bien esencial, el precio del aceite de oliva es aún considerado un lujo para muchos, lo que lleva a los hogares a optar por el aceite de girasol.

¿Cuál es mejor de los dos? Los expertos en nutrición tienen su propia opinión basada en el valor nutricional que aportan ambos aceites. La divulgadora Boticaria García compartió en sus redes sociales la respuesta a la eterna pregunta sobre si es mejor cocinar con aceite de oliva o con aceite de girasol.

Principales diferencias entre el aceite de oliva y el aceite de girasol

Ambos aceites vegetales son muy consumidos en España, pero el aceite de girasol tiende a ser más utilizado en los hogares para freír debido a su menor precio. Sin embargo, entre ambos existen algunas diferencias que les aportan a cada uno un nivel distinto en la salud del organismo.

El aceite de oliva contiene abundantes grasas monoinsaturadas, alrededor de un 73% de ácido oleico, y aporta vitamina E así como polifenoles, un poderoso antioxidante para el cuerpo. La cantidad de grasas poliinsaturadas es menor, lo que lo hace un alimento importante para prevenir enfermedades del corazón y regular la glucosa en sangre.

Por otro lado, el aceite de girasol contiene mucho más ácido linoleico, alrededor de un 65% de grasas poliinsaturadas. Aquí se encuentran los ácidos grasos más importantes para el organismo como el Omega-3 y el Omega-6. Aunque también tiene un aporte elevado de vitamina E, es capaz de disminuir el colesterol malo y los triglicéridos.

El efecto en el cerebro de tomar aceite de oliva todos los días, según la ciencia

Al calentar ambos aceites a altas temperaturas se oxidan sus moléculas, produciendo peróxidos, aldehídos y cetonas, asegura la experta en nutrición Boticaria García. Estos son agentes oxidativos muy potentes y tóxicos para las células que se alcanzan al freír el aceite y donde se produce, quizás, la mayor desventaja nutricional de este alimento. Por eso, su consumo debe ser siempre moderado.

La sentencia es clara: según Boticaria García, las grasas monoinsaturadas del aceite de oliva son más estables y resisten mejor las altas temperaturas, mientras que las grasas poliinsaturadas del aceite de girasol se oxidan más fácilmente. Por tanto, siempre que puedas permitírtelo, el aceite de oliva es más saludable.