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Futbolista Hugo Mallo juzgado por presuntos tocamientos a mascota del RCD Espanyol
El jueves, el futbolista Hugo Mallo fue juzgado por presuntos tocamientos a la mascota del RCD Espanyol en un partido de Liga celebrado el 24 de abril de 2019. El jugador ha negado los hechos, mientras que la denunciante ha declarado que esas manos fueron a mis pechos.
La versión de Hugo Mallo
El entonces capitán del Celta de Vigo ha asegurado que no se enteró de que la mujer lo había señalado hasta que, al día siguiente, los directivos del Celta se lo comunicaron durante un entrenamiento. Al principio no me lo creía, pensé que era una broma, ha relatado Mallo, quien ha asegurado que durante el saludo con las mascotas él estaba centrado en el partido y que no se dio cuenta de lo que sucedió.
Le di la mano, como a todos, ha reiterado Mallo durante su declaración, en la que ha respondido a todas las partes y ha añadido que el presidente y el director general del Celta, tras visualizar los vídeos reiteradamente, le trasladaron que no daban crédito a la acusación de la víctima.
La versión de la víctima
La víctima de los presuntos tocamientos, que trabajaba como mascota del Espanyol, ha declarado que al inicio del partido, ella y su compañero, ataviados con disfraces de periquitos, se colocaron para recibir en fila a los jugadores del equipo contrario con un choque de manos, pero que Hugo Mallo le realizó tocamientos no consentidos.
Esas manos no fueron a mis manos, sino a mis pechos, ha respondido a las preguntas planteadas por la Fiscalía, antes de añadir que intentó apartarlo, que lo insultó y que se colocó detrás de su compañero buscando protección, totalmente aturdida y descolocada.
La investigación
La denunciante ha explicado que la indumentaria que llevaba aquel día consistía en unas mallas y una cabeza muy grande con una tela, una especie de babero de gasa con vuelo, espacio que, según ella, el jugador aprovechó para meter ambas manos y tocarle los pechos.
La víctima ha recordado que sintió rabia y mucho asco, y ha asegurado que no conocía de nada al jugador y que no supo quién era, por lo que decidió escribir un correo electrónico al club para poder identificarlo.
La defensa de Mallo
La defensa de Mallo ha puesto en duda la versión de la víctima, señalando que, tras el episodio denunciado, siguió saludando a los futbolistas, según figura en las imágenes tomadas en el estadio y que se han reproducido durante el juicio.
La sentencia
La fiscalía y la acusación particular han mantenido la petición de 24 meses de multa, a razón de 12 euros diarios, por un delito de abuso sexual, mientras que la defensa de Mallo pide su libre absolución alegando que los tocamientos no han sucedido. El juzgado deberá decidir la sentencia en las próximas semanas.
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