Padre condenado a dos años de prisión por abusar de su hija durante una visita familiar
En una decisión que ha conmocionado a la sociedad, un padre ha sido sentenciado a dos años de prisión tras ser hallado culpable de abusar de su propia hija durante una visita familiar. Los hechos tuvieron lugar en un contexto en el que se esperaba que primara el amor y el cuidado, sin embargo, la realidad demostró lo contrario. El veredicto, emitido por las autoridades judiciales, ha enviado un mensaje contundente sobre la tolerancia cero hacia la violencia intrafamiliar y el imperativo de proteger a los más vulnerables. Este caso pone de manifiesto la importancia de denunciar cualquier forma de abuso, incluso cuando proviene de un familiar cercano, y la necesidad de garantizar que se haga justicia en nombre de las víctimas.
Padre condenado a prisión por abusar de su hija en Cantabria
La Audiencia Provincial de Cantabria ha dictado sentencia condenando a un padre a dos años de prisión por manosear a su hija de trece años en el salón de su vivienda, mientras la menor se encontraba adormilada. Los hechos ocurrieron durante una visita familiar en cumplimiento del régimen de visitas establecido. La sentencia lo considera autor de un delito de abuso sexual a menores y le impone diversas medidas restrictivas.
Además de la pena de prisión, se le priva de la patria potestad hasta que la hija alcance la mayoría de edad, se le prohíbe el acercamiento y la comunicación con la menor por siete años, se le impone libertad vigilada durante cinco años tras salir de la cárcel y se le inhabilita para cualquier trabajo que implique contacto con menores durante siete años. Como compensación, deberá abonar una indemnización de 6.000 euros a la víctima por el daño moral y psicológico causado.
Los hechos fueron corroborados por las declaraciones de la menor, de la madre y por informes forenses, que han señalado el impacto psicológico en la niña. A pesar de ciertas diferencias en los relatos, el tribunal considera creíble la versión de la víctima sobre el abuso sufrido. La menor ha requerido tratamiento terapéutico especializado debido a la situación vivida.
Este caso es un ejemplo de la importancia de proteger a los menores y de garantizar que se haga justicia en situaciones de abuso sexual. La sentencia, aunque no firme, representa un paso en la lucha contra este tipo de delitos y en la defensa de los derechos de los niños y niñas.
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