En el mundo del automóvil, pocos modelos han logrado alcanzar el nivel de reconocimiento y aceptación que tiene el Toyota Corolla. Con más de 46 millones de unidades vendidas en todo el mundo, este 'coche de confianza' ha conquistado a millones de conductores de todas las edades y nacionalidades. Pero, ¿cuáles son los secretos detrás de esta popularidad sin precedentes? En este artículo, vamos a descubrir los motivos que han llevado al Toyota Corolla a convertirse en uno de los modelos más vendidos de la historia. Desde su fiabilidad y durabilidad hasta su eficiencia y seguridad, exploraremos los aspectos que han hecho que este coche se convirtiera en el favorito de tantos conductores.
Descubre por qué el Toyota Corolla es el coche de confianza más popular
El Toyota Corolla es el modelo de coche más vendido en la historia de la automoción, y no es casualidad. La firma nipona ha sabido darle a su Corolla exactamente lo que buscan la mayoría de los clientes en Europa hoy en día. Aunque no destaca por ser ni el más deportivo, el más espectacular en diseño, el más rápido, ni el más espacioso, parece tener todo eso y más, bien estudiado y aprendido.
La sensación del consumo: ¿cómo el Corolla logra consumos tan bajos?
Una de las cosas en las que más destaca el Corolla es en cuanto a consumo de combustible. La versión que hemos probado ha sido la 140H, es decir, con 140 CV, aunque Toyota también ofrece otra de 200. Esta variante de entrada nos ha sorprendido porque no sólo ofrece unas prestaciones más que correctas para la gran mayoría de situaciones, sino que arroja unos consumos que son difíciles de igualar. Homologa 4,7 l/100 km y, lo cierto es que, durante la semana que lo hemos tenido no ha habido manera de que superase los 5 litros de media.
Confort y tecnología: ¿qué hace que el Corolla sea tan atractivo?
Otro de los aspectos interesantes del Corolla es lo sencillo que es ir cómodo en él. Puede que esto parezca una tontería, pero para nosotros que nos pasamos el día cambiando de coche y que, al final del año, pasamos por más de 100 diferentes, encontrar la posición ideal de conducción no es tan sencillo en algunos modelos. En el Corolla, la postura es fácil y confortable desde el minuto uno y, con poco ajuste acabas encontrándola.
Además, todo lo que rodea a la conducción está colocado de manera ergonómica y cómoda; los botones, la pantalla, el volante y sus mandos, la palanca… Y mantiene algunos mandos físicos para elementos como el volumen, la temperatura de la climatización, las distintas funcionalidades de la misma, los botones del volante…
La fórmula del éxito: ¿por qué el Corolla es el modelo de coche más vendido en la historia?
La calidad de construcción y rodadura del Corolla es realmente buena. 26.000 euros. Ese es el precio de partida de un Toyota Corolla en España. A cambio, la firma nipona nos da un vehículo híbrido con etiqueta Eco que consume menos de 5 litros a los 100 kilómetros de gasolina y que parece hacer todo bien. Los materiales interiores son robustos y de calidad, los ajustes sólidos, los asientos y la suspensión cómodos, el espacio interior generoso, la tecnología a bordo puntera…
No es casualidad que el Toyota Corolla tenga el honor de ser el modelo de coche más vendido en la historia de la automoción, superando nada menos que los 50 millones de unidades. Y por si todo lo anterior fuera poco, el Corolla tiene otro as bajo la manga: la fiabilidad. La fiabilidad siempre ha sido relacionada con Toyota, es una de las cualidades que más definen a la marca japonesa.
Así, el Toyota Corolla quizá no sea el más deseado ni el que más miradas atraiga por la calle de todos los modelos del mercado, pero es sin duda uno de los que más casillas marca en positivo en la lista que todos deberíamos hacer a la hora de comprarnos un coche. Su precio, sus consumos, su fiabilidad, su espacio interior, su versatilidad de carrocerías, su diseño, su tecnología, su etiqueta Eco, su comodidad… El Corolla ejemplifica a la perfección el carácter japonés de su ADN: trabajar como el que más para cumplir con todos sus objetivos y, sin llamar la atención, marcharse a casa con el orgullo del que sabe de su valor.
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