¿Por qué nos debilita la relajación? El secreto detrás del aumento de infecciones en el tiempo libre

¿Por qué nos debilita la relajación? El secreto detrás del aumento de infecciones en el tiempo libre

La relajación es un estado mental y físico que busca el bienestar y el descanso, pero ¿qué pasa cuando este estado de tranquilidad se vuelve contra nosotros? Investigaciones recientes han demostrado que, paradójicamente, el tiempo libre y la relajación pueden debilitar nuestro sistema inmunológico, lo que conlleva a un aumento en las infecciones. Este fenómeno puede parecer incomprensible, pero hay un secreto detrás de esta relación aparentemente contradictoria. En este artículo, exploraremos las razones por las que la relajación puede debilitarnos y qué podemos hacer para protegernos sin dejar de disfrutar de nuestro tiempo libre.

¿Por qué nos debilita la relajación? El secreto detrás del aumento de infecciones en el tiempo libre

El verano ya ha llegado y, con él, las infecciones. Esto puede resultar extraño ya que ponerse malo se suele asociar al invierno. Sin embargo, hay dos motivos principales que explicarían por qué nos ponemos malos en época estival.

El primero, el cambio de temperatura en el transporte público o las oficinas, donde el aire acondicionado suele estar bastante fuerte, respecto al calor sofocante que suele hacer en la calle. Y el segundo tiene que ver con las vacaciones. y el estrés.

Nuestro sistema inmunitario se relaja, asegura el catedrático de inmunología Alfredo Corell, que explica que debido a ello es mucho más fácil contraer un virus.

Según menciona el experto, el estrés es la principal causa que está detrás de estas infecciones. Precisamente, el estado de nervios al que se somete una persona a lo largo del año (con las rutinas diarias de trabajo, colegio, clases extraescolares.) es el que hace que cuando llega el momento de desconectar, las defensas no estén preparadas para contraatacar. Con ello, el organismo estaría en una situación más vulnerable.

Este estrés, según aclara la doctora, psicóloga y profesora de la Universidad Complutense, Vanessa Fernández, es un proceso de carácter biológico y psicológico que se pone en marcha cuando las demandas del entorno rebosan a una persona.

Tipos de estrés

El catedrático Corell distingue dos tipos de estrés. El primero de ellos es el denominado estrés agudo, que es el que agudiza la mente y estimula el sistema inmunitario. Además, también permite que las defensas estén más vigilantes. Este tipo de estrés se suele dar, por ejemplo, en momentos en los que se debe entregar un proyecto o cuando una persona va a romper una relación con su pareja.

Por otro lado, está el estrés crónico, que se produce cuando una persona se encuentra en este mismo estado de manera prolongada. En este momento se libera cortisol de los riñones, que actúa como el inmunosupresor más potente que se conoce en la naturaleza, comenta el experto. Esto hará que las defensas bajen y sea más sencillo enfermar.

Cómo planificar el gasto para poder tener unas buenas vacaciones

Cuando una persona se va de vacaciones, los estímulos que hay a diario dejan de estar porque no hay estrés, indica el experto, que incide en que es en este momento cuando el sistema inmunitario se relaja y es más fácil enfermar. Es cuando descansas, comenta, por su parte, la psicóloga, revelando, así el motivo por el que las infecciones en esta época del año son más frecuentes.

Recomendaciones

Existen ciertas maneras de prevenir las infecciones durante el verano. La psicóloga recomienda desacelerar poco a poco. No puedes soltar el bolígrafo e irte a la playa, relata, pues en esos momentos la persona está a tope de cortisol y adrenalina. En este sentido, la experta advierte de escuchar a diario al cuerpo. Si te pide dormir más, duerme más.

Corell, por su parte, menciona seis formas de evitar las enfermedades en vacaciones y todas ellas consisten en trabajar el sistema inmunitario. Según explica, desde la parte psicológica hay que buscar ratos que produzcan hormonas de la felicidad, como bailar, correr o hacer actividades en grupo. Es fundamental, asimismo, mantener una alimentación sana y equilibrada, con todos los tipos de alimentos y evitando las drogas, el alcohol y el tabaco.

El ejercicio físico, según el profesor, estimula el sistema inmunitario. Si te vas de vacaciones y dejas de hacer ejercicio, puede ser malo. A estas recomendaciones también se suman las del sueño y la higiene. Dormir un mínimo de siete horas y media o incluso ocho, además de ventilar las habitaciones o lavarse las manos son hábitos fundamentales que se suelen abandonar en estas épocas y que ayudan considerablemente a evitar las infecciones.