En el marco de un escenario que plantea importantes transformaciones en el sector energético, diversas instituciones han emitido predicciones sobre la posible desaparición de la gasolina en España. Esta proyección, que ha despertado un profundo interés en la opinión pública, plantea retos y oportunidades en el camino hacia la sostenibilidad energética. Las estimaciones de expertos y analistas señalan que la transición hacia fuentes de energía más limpias y renovables impactará significativamente en el consumo de combustibles fósiles. Ante esta situación, es imperativo que se implementen políticas y estrategias que impulsen la adopción de alternativas más amigables con el medio ambiente en el sector del transporte y la movilidad.
España y países más eliminan subvenciones a combustibles fósiles en histórico acuerdo
El pasado 12 de diciembre del 2023, representantes de casi 200 países, incluido España, se reunieron en la Cumbre del Clima en Dubai para debatir sobre el futuro climático y las soluciones energéticas sostenibles. En este contexto, se aprobó la eliminación de las subvenciones a los combustibles fósiles, como anunció la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. Once países, entre ellos España, dieron un paso crucial hacia un futuro más ecológico y saludable.
¿Cuándo desaparecerá la gasolina en España? Conoce las predicciones y consecuencias
Según la Ley 7/2021, la eliminación de las ayudas públicas a los combustibles fósiles, incluyendo la gasolina, diésel, gas o carbón, ocurrirá antes del año 2030. Esta fecha coincide con la prohibición de la comercialización de vehículos con motor de combustión en España, inicialmente fijada para el 2040 y adelantada al 2035 por el Parlamento Europeo. Aunque la normativa Euro 7 de la Unión Europea entrará en vigor, los vehículos diésel y gasolina podrán circular hasta el 2050 con restricciones impuestas por la UE.
¿Qué consecuencias puede tener la eliminación de subvenciones?
La eliminación de las subvenciones a los combustibles fósiles impactará especialmente en sectores como la agricultura, pesca, ganadería y minería en España. La supresión de las ayudas, como el gasóleo B subvencionado, afectará a los usuarios y empresas que ya no recibirán devoluciones de impuestos ni podrán hacer frente a las fluctuaciones de precios en los carburantes. Ante esta situación, la llegada de combustibles sintéticos se plantea como una posible alternativa para prolongar la vida de los motores de combustión y mitigar los efectos de la transición energética.
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