El fidgeting, o inquietud motora, se ha convertido en un tema de interés creciente en el ámbito de la salud y el bienestar. Se refiere a ese constante movimiento o agitación que muchas personas experimentan de forma involuntaria. A pesar de que tradicionalmente se ha asociado con la falta de concentración o nerviosismo, diversos estudios han revelado que el fidgeting puede tener beneficios significativos para la salud. Ser una persona inquieta puede ayudar a incrementar la quema de calorías, mejorar la circulación sanguínea y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la sedentarismo. Este fenómeno, que ha despertado el interés de la comunidad científica, plantea interrogantes sobre la importancia de reevaluar nuestra percepción de la inquietud y sus potenciales impactos positivos en nuestro bienestar.
Descubre los sorprendentes beneficios para la salud de ser una persona inquieta
El fidgeting es un término cada vez más sonado en España que describe los movimientos inusuales que algunas personas realizan de manera inconsciente. Fidget significa “inquietud”, y quienes practican el fidgeting son naturalmente inquietos, en gran medida debido a factores genéticos que explican su carácter involuntario.
Un estudio publicado en Scientific Research señala que el fidgeting es común en personas con trastornos como el TDAH y el TEA, y sugiere que estos movimientos repetitivos y la manipulación de objetos pueden mejorar la concentración y regular la energía en individuos afectados por estas condiciones.
Existen objetos específicos, como la pelota antiestrés, los cubos de Rubik o los pop it, que pueden ayudar a gestionar el fidgeting en entornos laborales y educativos, siendo especialmente populares entre la población infantil.
Los movimientos característicos del fidgeting no solo tienen beneficios en tareas cotidianas, sino que también pueden ser una forma de meditación activa que contribuye al equilibrio emocional de las personas. Además, estos movimientos involuntarios pueden ser aliados para perder peso, ya que implican un gasto energético diario significativo.
El fidgeting también puede ayudar a manejar el estrés, la ansiedad y regular la energía, ya que la liberación de dopamina asociada a estos movimientos genera relajación y bienestar, disminuyendo la intensidad de la ansiedad, especialmente en personas con TDAH o TOC.
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