Reescribo el título como: José Borrell, el 'diplomático' de la UE para que deje de estar 'al margen' en un mundo de 'influencia'.

En un mundo donde la influencia es cada vez más crucial, la Unión Europea no puede permitir que su papel en la escena internacional siga siendo marginal. Es por esto que José Borrell, el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, ha decidido tomar medidas para reafirmar la posición de la UE en el escenario global. Como diplomático experimentado, Borrell está decidido a dejar atrás la impotencia y a llevar a la UE hacia un papel más protagonista en la toma de decisiones internacionales. ¿Cuál es el plan de acción de Borrell para devolver el peso a la UE en un mundo cada vez más interconectado?

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José Borrell, el diplomático que apuesta por un papel más fuerte de la UE en el mundo

Sin filtros y sin remilgos. Así habla José Borrell, aunque eso sea un arma de doble filo; cuanta más exposición, más posibilidad de error. Y el Alto Representante ha cometido algunos, pero su perfil se ha reforzado muchísimo en el año más importante de la UE en el mundo en la historia reciente.

El jefe de la diplomacia europea apenas se ha cortado para marcar el ritmo del bloque bajo un cargo que hasta ahora apenas había tenido presencia mediática. La invasión rusa de Ucrania, la guerra en Oriente Medio o las relaciones con EEUU o China han puesto a la Unión en un brete y a Borrell en primera fila de la política no solo europea, sino también mundial.

Un líder que habla con claridad y sin cuidado

Un líder que habla con claridad y sin cuidado

El dirigente español ha dejado discursos y frases que bien podrían titular libros y resumir la posición de la UE en temas clave. En sus discursos se ve el componente de una persona que tiene muy poco que perder, que habla con claridad y a veces incluso sin cuidado. Eso es un arma de doble filo, reconocen a 20minutos fuentes comunitarias cercanas al Alto Representante.

Otras, más críticas, entienden que en algunos momentos se ha pasado de frenada. Algunas voces por ejemplo en el Parlamento Europeo le han criticado durante esta legislatura su tibieza respecto a Cuba o un papel más blando en lo que se refiere a la inestabilidad política en algunas zonas de América Latina.

Un llamado a la acción

Muchos tienen todavía en la cabeza su discurso ante la Eurocámara justo después de que Putin lanzase su ofensiva sobre Ucrania. Fue el 1 de marzo de 2022, delante de los tonos marrones, iluminados, del plenario del Parlamento en Bruselas: a la UE no le tembló el pulso entonces, y empezó a aprobar sanciones. Las palabras las puso Borrell. No podemos poner en pie de igualdad al agredido y al agresor, pidió al Parlamento Europeo: Nos acordaremos de aquellos que en este momento solemne no estén a nuestro lado.

Fue esta una de sus llamadas a que la UE aprenda el lenguaje del poder duro, que va más allá de lo militar. La capacidad de condicionar, de imponer al otro otra conducta, se da también con medidas como las sanciones, en este caso impuestas a Rusia.

Un año de luchas y aprendizajes

Borrell lleva una legislatura entera llamando a que la UE aprenda una serie de lecciones; alguna de ellas es, a sus ojos, muy importante: No podemos seguir confiando en que apelar al Estado de Derecho y desarrollar relaciones comerciales va a convertir al mundo en un lugar pacífico. Tenemos que demostrar una capacidad de acción mucho más poderosa y más unida que la que hemos demostrado hasta ahora.

No quedó casi nadie sin aplaudir ese mensaje, que sirvió también para ponerle deberes irrenunciables a la Unión.

Un nutricionista para la UE

Con Rusia ha tenido tantas tensiones que parecen incontables, no solo en el marco de la guerra. Todavía no se olvida -al principio de su mandato- el desplante que sufrió con el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en 2021, bastante antes del inicio de la invasión.

El jardín y la jungla es la dicotomía que más le ha gustado a Borrell para dejar claro que la UE tiene que despertar; el despertar geopolítico del que tanto se habla, la autonomía estratégica que está en todos los sitios y que todavía sigue falta de un contenido claro. La UE no puede, dice jefe de la diplomacia comunitaria, ser un hervíboro en un mundo de carnívoros.

En realidad el camino de la Unión para ser un actor global relevante pasa por un cambio de dieta, y Borrell ha asumido el papel de 'nutricionista'. Sus apariciones han estado llenas de avisos: los 27 han dejado en manos de otros los sectores decisivos del día a día, y ha generado dependencias que son difíciles de deshacer; con Rusia en la energía, con Estados Unidos en el plano militar y con China en el comercio. Esas dinámicas tienen que terminarse.

La autoridad moral de la UE

Tampoco le ha temblado el pulso al Alto Representante ante la situación en Oriente Medio. Su voz ha sido la más crítica con las dinámicas de Israel y su ofensiva sobre Gaza tras los atentados del 7 de octubre, algo que para muchos ha supuesto una posición kamikaze.

Pero a él no le ha temblado el pulso, y lo dejó claro de nuevo en los últimos días. La UE urge a Israel a finalizar su operación militar en Rafá inmediatamente. Esta operación está alterando aun más la distribución de ayuda humanitaria en Gaza y llevando a más desplazamiento interno, provocando más hambre y sufrimiento, señaló en un comunicado el Alto Representante.

La relación de Borrell con Israel es más estrecha de lo que mucha gente suele pensar: conoce el país, sus dinámicas, y además pasó un tiempo viviendo en un kibutz en 1969, por lo que la carga personal de la situación es también relevante.

La solución de los dos Estados es una de las grandes obsesiones del Alto Representante, que ha querido parecer inamovible en sus posiciones para criticar, igual que la invasión rusa de Ucrania, los ataques israelíes sobre Gaza. Es lo que nos da autoridad moral, dijo ante el Parlamento Europeo, porque supone censurar las acciones, sostuvo, de un país más cercano a nosotros, en referencia a Israel.

Josep Borrell ya está de vuelta. No seguirá en el cargo, pero deja un poso muy claro: el de quien conoce muy bien los entresijos de la UE y habla directo, asumiendo patinazos y críticas, hasta errores y reproches.

Tras las elecciones europeas (del 6 al 9 de junio) el español tendrá que dar el relevo, pero el cargo de Alto Representante ya ha cogido un empaque al que no puede renunciar. Borrell ha hecho casi todo el trabajo sucio para que la UE tenga, poco a poco, una voz propia en el mundo. El objetivo es no ser absorbida por otros.

Laura Ramírez

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