En un lamentable suceso que evidencia la polarización política, seguidores de Vox interrumpieron de manera violenta el debate electoral programado entre candidatos a las elecciones catalanas en la prestigiosa Universidad Pompeu Fabra. La manifestación de los simpatizantes de Vox impidió la realización del evento, generando un clima de tensión e inseguridad en el recinto universitario. Este acto de intolerancia y falta de respeto a la libertad de expresión ha sido condenado por diversos sectores de la sociedad, que abogan por el diálogo democrático y el respeto a las normas de convivencia. Es imperativo que los actos vandálicos como este no se repitan, ya que ponen en riesgo la democracia y la pluralidad de opiniones en nuestra sociedad.
Boicot de seguidores de Vox suspende debate electoral en la UPF
Este jueves, seguidores de Vox han boicoteado un debate electoral en la Universidad Pompeu Fabra (UPF) que finalmente ha tenido que ser suspendido. El evento había sido organizado por la asociación juvenil deba-t.otg y contaba con la participación de candidatos a las elecciones catalanas del 12 de mayo, excluyendo a Vox. El único candidato que acudió fue el presidente del PP de Cataluña, Alejandro Fernández, quien ni siquiera pudo intervenir debido al boicot de los seguidores de Vox.
Simpatizantes de Vox impiden inicio de debate electoral en la UPF
El debate, al que no estaba invitado Vox, fue interrumpido desde el principio por seguidores de esta formación política. Entre gritos y abucheos, impidieron el inicio del evento, a pesar de la presencia de otros candidatos. El número tres de Vox por Barcelona, Joan Garriga, discutió con los organizadores y reclamó su participación en el debate, provocando la suspensión del mismo.
Los organizadores argumentaron que el acto estaba abierto a todas las formaciones excepto a la extrema derecha, justificando así la exclusión de Vox. Ante esto, Garriga irrumpió en el escenario y fue aclamado por sus seguidores, quienes impidieron que el debate pudiera llevarse a cabo.
En un ambiente de crispación, Lluís Mijoler de Comuns Sumar tildó a los boicoteadores de fascistas, mientras que Laure Vega de la CUP los calificó de cobardes. A pesar de la controversia, Garriga afirmó en redes sociales que son la cuarta fuerza en el Parlament y que la Junta Electoral les dio la razón para participar en el debate.
Deja una respuesta