Tendencia alucinante: a mayor discapacidad, menor salario, según nuevos datos

Tendencia alucinante: a mayor discapacidad, menor salario, según nuevos datos

Un estudio revelador ha puesto en evidencia una tendencia inquietante en el mercado laboral: a mayor discapacidad, menor salario. Según los nuevos datos, las personas con discapacidad enfrentan una barrera significativa para acceder a empleos bien remunerados. Esto contradice los principios de igualdad y no discriminación que deberían regir en el ámbito laboral. La brecha salarial entre personas con y sin discapacidad es más amplia de lo que se pensaba, lo que pone en tela de juicio la efectividad de las políticas de inclusión y accesibilidad en el lugar de trabajo. En este artículo, analizaremos los resultados de este estudio y exploraremos las implicaciones que tiene esta tendencia en la sociedad.

Discapacidad y salario: la brecha crece

En España, más de 1,9 millones de personas con discapacidad se encuentran en edad de trabajar, sin embargo, solo cerca de 700.000 de ellas tienen un empleo, lo que representa una tasa de actividad del 35%, 42,7 puntos inferior a la de la población sin discapacidad.

Además, los pocos que consiguen trabajar, lo hacen por salarios mucho más bajos. La brecha salarial entre las personas con y sin discapacidad se ha incrementado en más de 7 puntos en la última década, pasando del 10% en 2010 al 17,2% en 2021.

La creciente brecha salarial de las personas con discapacidad

Según datos de 2021, el salario medio bruto al año de una persona con discapacidad es de 21.544,2 euros, mientras que el de una persona sin discapacidad es de 26.030 euros al año, lo que significa que una persona con discapacidad cobra, de media, 4.486 euros menos al año, un 17,2% menos.

La brecha salarial se ha elevado progresivamente desde 2011 hasta 2020, con un ligero descenso en 2021. Los expertos atribuyen esta brecha a que las personas con discapacidad acceden a empleos de menor cualificación, lo que se debe a la falta de formación y oportunidades de acceder a estudios superiores.

La realidad de la discapacidad laboral: brecha salarial y falta de oportunidades para el crecimiento

Los empleos que más ocupan a los trabajadores con discapacidad son los relacionados con limpieza y lavandería, manufacturas y conserjería, lo que refleja la falta de acceso a empleos más cualificados y mejor remunerados.

La brecha laboral también se observa dentro del colectivo de la discapacidad, donde las mujeres, los jóvenes y las personas con discapacidad intelectual son los más perjudicados.

La brecha de género y de edad

La brecha de género existe también entre los trabajadores con discapacidad, con las mujeres situándose por debajo de los hombres en todos los ejercicios analizados. El salario medio anual de las mujeres con discapacidad es de 18.238,6 euros, mientras que el de los varones es de 21.219,5 euros.

Además, la brecha también es grande entre las personas con discapacidad en función de su edad. Los jóvenes con discapacidad entre 10 y 24 años tienen un salario anual bruto de 13.954 euros, mientras que las personas con discapacidad entre 45 y 64 años tienen un salario anual bruto de 22.763 euros.

Más grado de discapacidad, menos salario

A mayor grado de discapacidad, menor tasa de actividad y de empleo, pero también menores salarios. Los salarios más elevados corresponden a los grados con discapacidad más leves, mientras que los más bajos corresponden a mayores grados de discapacidad.

Las discapacidades físicas y sensoriales obtienen los salarios más elevados, mientras que las de carácter intelectual o psicosocial tienen los salarios más bajos.

Estas brechas dentro de la discapacidad se deben al tipo de empleo y el nivel de estudios al que se puede acceder en función del tipo de discapacidad, lo que afecta especialmente a las personas con discapacidad intelectual.