La nación nipona se vio sacudida por un terremoto de magnitud 6,6 en la región occidental de Japón, dejando a su paso al menos 7 heridos leves y causando daños urbanos significativos. El sismo, cuyo epicentro se localizó en el oeste japonés, generó una oleada de preocupación y alerta en la población local. Las autoridades se encuentran evaluando los impactos del desastre natural y coordinando acciones de emergencia para atender a los afectados y garantizar la seguridad de la zona. Este nuevo evento sísmico pone de manifiesto la constante vulnerabilidad de Japón ante los fenómenos naturales, recordando la importancia de la prevención y la resiliencia en situaciones de crisis como esta.
Terremoto en Japón deja heridos leves y daños urbanos
Un terremoto de magnitud 6,6 sacudió recientemente el oeste de Japón, provocando heridas leves en al menos siete personas y causando daños urbanos, según informó la cadena pública NHK. El sismo, que tuvo lugar a última hora del miércoles, generó deslizamientos de tierra y tuberías rotas en varias regiones del país nipón. Los heridos, cuyas edades oscilan entre los 20 y 90 años, sufrieron principalmente caídas, con casos como el de una mujer de sesenta años que se rompió un dedo al caer por unas escaleras en la ciudad de Toon, prefectura de Ehime.
En la localidad de Sukumo, en la prefectura de Kochi, se reportaron múltiples daños en viviendas, incluyendo tejas caídas, ventanas rotas y grietas en las estructuras. Además, se registró un corte temporal de suministro de agua, aunque ya ha sido solucionado. Se recibieron 30 consultas por tuberías rotas, fugas y agua turbia del grifo, así como informes de farolas caídas y tendidos eléctricos cortados o descolgados.
En el pueblo de Yusuhara, el acceso a cinco hogares quedó bloqueado por obstáculos en las carreteras, como rocas y árboles caídos. Afortunadamente, las autoridades confirmaron la seguridad de todos los habitantes y se espera la pronta normalización de los caminos afectados. Se está trabajando en la apertura de carreteras bloqueadas por deslizamientos, mientras se continúa evaluando los daños en la zona.
El sismo no causó daños significativos en la central nuclear de Ikata, en Ehime, ni se detectaron anomalías en la planta nuclear de Sendai, en Kagoshima. La magnitud del terremoto se estimó inicialmente en 6,4 y se elevó a 6,6 posteriormente. No se emitió alerta de tsunami, pero se registraron múltiples réplicas luego del evento principal, generando preocupación por posibles colapsos estructurales y deslizamientos de tierra.
Japón, ubicado en el Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de alta actividad sísmica, experimenta terremotos con regularidad. Por ello, las infraestructuras del país están diseñadas para resistir los efectos de estos eventos naturales. Es fundamental mantener la precaución y seguir las indicaciones de las autoridades ante posibles riesgos derivados de este tipo de fenómenos.
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