En el marco de la discusión sobre la reducción de la jornada laboral, los empleados del sector de comercio y hostelería han expresado sus dudas sobre la viabilidad de implementar una jornada laboral de 37,5 horas sin un control efectivo. Según los trabajadores, la regulación es fundamental para que esta medida sea eficaz y no se traduzca en una carga adicional para los empleados. En este sentido, los sindicatos y asociaciones del sector han pedido que se establezcan mecanismos de control y seguimiento para garantizar que la rebaja de la jornada laboral no se traduzca en una explotación de los trabajadores. La cuestión es cómo lograr un equilibrio entre la reducción de la jornada laboral y la productividad empresarial.
- Empresarios y empleados coinciden: la rebaja de la jornada a 37,5 horas es difícil de implementar sin control
- La reducción de la jornada laboral máxima se ve reflejada en la duda y la incertidumbre de los trabajadores
- Amplia mayoría de empleados cree que la rebaja de la jornada laboral se suplirá con horas extras
- La rebaja de la jornada laboral a 37,5 horas: un desafío para la conciliación laboral y personal
Empresarios y empleados coinciden: la rebaja de la jornada a 37,5 horas es difícil de implementar sin control
La reducción de la jornada laboral máxima de 40 horas a 37,5 semanales, que el Gobierno pretende implementar, genera dudas y incertidumbre entre los trabajadores y empresarios. La mayoría de los empleados cree que la rebaja se suplirá con horas extras, lo que cuestiona la efectividad de la medida.
La reducción de la jornada laboral máxima se ve reflejada en la duda y la incertidumbre de los trabajadores
Florian Bucur, un dependiente de 52 años, opina que la reducción de la jornada laboral se suplirá con horas extras. Vamos a seguir trabajando las 40 horas, pero el pico que nos quitarán, cuando eso pase, nos lo tendrá que pagar la empresa como horas extras, ¿no?, afirma.
Otro empleado, que no desea ser nombrado, se ríe al preguntarle cómo le podría afectar en el día a día la reducción de la jornada laboral máxima. ¿Tú te crees que vamos a trabajar aquí solo 40 horas? Hago 58 horas, entre la oficina y mi casa. En este sector no se puede hacer de otra manera. No quiero hablar del Gobierno, pero parece que lo que quieren es crear un país de vagos, comenta.
Amplia mayoría de empleados cree que la rebaja de la jornada laboral se suplirá con horas extras
Sergio, un trabajador de 45 años, aplaude la reducción de la jornada laboral, pero cree que el problema está en los salarios. Si no, ya ves, tengo que hacer esto: coger dos trabajos para llegar a fin de mes, que hay que pagar hipoteca, coche., explica.
Otras mujeres, que declinan ser fotografiadas, afirman que trabajando parcialmente, o por horas, no ven en qué les compensa la reducción a 37,5 horas, ni se lo han planteado.
La rebaja de la jornada laboral a 37,5 horas: un desafío para la conciliación laboral y personal
Raquel, dueña de una ortopedia, opina que la reducción de la jornada laboral es positiva y que está dispuesta a dar ejemplo. Lo veo bien, los comercios con la libertad de horarios no respetan la conciliación, pero yo sí quiero dar ejemplo. Tendré que compensar las dos horas y media probablemente trabajando yo, pero 2,5 horas y teniendo un solo empleado, yo no lo veo tan complicado, asegura.
Por otro lado, Emi, que atiende un comercio de diseño de cocinas, no ve la manera de encajar todas sus tareas laborales en una jornada de tan solo 37,5 horas. Si aquí se hacen 50, 60 y 80 horas. Si queremos vivir yo no puedo decirle a un cliente que cierro a las siete y media de la tarde, porque entonces solo los almacenes que funcionan a turnos de la mañana a la noche podrán sobrevivir, considera.
Mónica, una defensora de la rebaja de la jornada laboral, cree que la medida permitirá un reparto más equilibrado del tiempo. Mira, la jornada de 40 horas se estableció cuando en las parejas uno trabajaba y otro se quedaba en casa. Ahora, con los dos trabajando, la casa y la familia son difíciles de llevar. Un poco de tiempo de los dos facilitará el equilibrio, defiende.
Teresa y Jorge, padres de Alba, una niña de dos años, consideran que la reducción de la jornada laboral les permitirá criar a Alba, como ya hacemos, pero con un poco más de holgura. Califican de muy buena la iniciativa, pero si se aplica como se tiene que aplicar, controlando el horario que se hace realmente, asegura Teresa.
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