En un histórico giro de eventos, el Reino Unido ha decidido devolver el archipiélago de Chagos a la República de Mauricio, poniendo fin a una disputa territorial que se ha prolongado durante 50 años. Esta decisión tiene un gran significado para la nación mauriciana, que ha luchado incansablemente para recuperar la soberanía sobre este territorio estratégicamente ubicado en el Océano Índico. El archipiélago de Chagos, que comprende siete atolones, ha sido objeto de una disputa entre ambos países desde 1965, cuando el Reino Unido se lo separó de Mauricio antes de su independencia. Ahora, con esta decisión, se abre una nueva era en las relaciones entre el Reino Unido y Mauricio.
- Historia al revés: Reino Unido devuelve el archipiélago de Chagos a Mauricio después de décadas de disputa
- Un acuerdo que marca un momento decisivo en la relación entre ambos países
- Un compromiso permanente con la resolución pacífica de las controversias y el Estado de derecho
- Un tratado que abordará los errores del pasado
- Un nuevo capítulo en la historia compartida
Historia al revés: Reino Unido devuelve el archipiélago de Chagos a Mauricio después de décadas de disputa
El Gobierno laborista del Reino Unido anunció este jueves un acuerdo histórico con Mauricio para traspasarle la soberanía del archipiélago de Chagos, que la nación del Índico reclamaba desde que dejó de ser colonia británica en 1968.
Los primeros ministros británico, Keir Starmer, y mauriciano, Pravind Kumar Jugnauth, indicaron que el acuerdo, cerrado tras dos años de conversaciones, culminará en un tratado que se completará lo antes posible.
Un acuerdo que marca un momento decisivo en la relación entre ambos países
En virtud del pacto, el Reino Unido aceptará que Mauricio, en la costa suroriental africana, sea soberano sobre el archipiélago de Chagos, incluida la isla de Diego García, donde hay una base militar británica y estadounidense que se estableció tras la disputada expulsión de los habitantes del territorio.
No obstante, durante un período inicial de 99 años, el Reino Unido podrá ejercer los derechos soberanos sobre Diego García necesarios para garantizar el funcionamiento continuo de la base hasta bien entrado el próximo siglo.
Un compromiso permanente con la resolución pacífica de las controversias y el Estado de derecho
El tratado asegurará el funcionamiento seguro, eficaz y a largo plazo de la base existente en Diego García, que desempeña un papel vital en la seguridad regional y mundial, según el comunicado.
Los países afirman que el acuerdo marca un momento decisivo en su relación y demuestra su compromiso permanente con la resolución pacífica de las controversias y el Estado de derecho.
Un tratado que abordará los errores del pasado
Las negociaciones se llevaron a cabo con la asistencia de Estados Unidos e India, y con la intención de resolver todas las cuestiones pendientes entre el Reino Unido y Mauricio relativas al archipiélago de Chagos y sus antiguos habitantes, según la nota emitida por el ministerio de Exteriores de Londres.
El tratado abordará los errores del pasado y expresará el compromiso de apoyar el bienestar de los chagosianos. Así, Mauricio tendrá ahora libertad para aplicar un programa de reasentamiento en las islas del archipiélago de Chagos, al margen de Diego García, mientras que el Reino Unido aportará financiación mediante un fondo fiduciario.
Un nuevo capítulo en la historia compartida
El tratado también dispondrá que el Reino Unido aporte un pago anual durante la duración del acuerdo y subvencione la construcción de infraestructuras para el desarrollo económico de la excolonia.
Ambas naciones cooperarán en materia de seguridad marítima, protección medioambiental, el combate contra la pesca ilegal, comercio, inmigración irregular y tráfico de drogas y de personas, precisa la nota.
Al resolver todas las cuestiones pendientes entre el Reino Unido y Mauricio, el tratado abrirá un nuevo capítulo en nuestra historia compartida, que seguirá basándose en el respeto y la confianza mutuos como socios de la Commonwealth (mancomunidad de antiguos territorios británicos), comprometidos con la seguridad y la prosperidad de la región del océano Índico, concluye.
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