En un giro inesperado de los eventos, el legendario grupo sueco ABBA vuelve a la escena musical después de tres décadas de ausencia. El motivo es doblemente especial, ya que coincide con el 50 aniversario del triunfo de 'Waterloo', la canción que les dio la victoria en el Festival de la Canción de Eurovisión en 1974. Sin embargo, lo que hace que este regreso sea aún más sorprendente es la forma en que se ha logrado, gracias a la inteligencia artificial y la tecnología más avanzada. Después de años de especulaciones y rumores, los fans de ABBA pueden finalmente disfrutar de nuevo de la música de sus idolos.
ABBA regresa a la escena musical: ¡La inteligencia artificial y la tecnología nos traen de vuelta al pasado!
La máquina del tiempo ha funcionado a la perfección. Aunque no físicamente, ABBA ha vuelto a la escena musical para celebrar los 50 años de su triunfo en Eurovisión con la canción Waterloo. La sorpresa ha sido la reaparición de las voces de los cuatro miembros del grupo sueco, pero no en persona, sino a través de avatares realizados con inteligencia artificial.
La tecnología revive la magia de ABBA
La última vez que los cuatro integrantes de ABBA se reunieron fue en mayo de 2022, cuando presentaron su último disco, Voyage, y un espectáculo londinense protagonizado por sus avatares realizados con inteligencia artificial. Precisamente este mecanismo ha sido el que ha permitido a ABBA volver a la vida pública en Eurovisión 2024.
Con las voces verdaderas de los cuatro miembros del grupo, sus avatares han revivido sus recuerdos de cómo fue y lo que supuso aquella emblemática victoria, la primera para Suiza, que acumula actualmente siete triunfos en el concurso.
El regreso de ABBA
En lugar de la esperada reaparición de los miembros de ABBA en la final de Eurovisión 2024, ha sido un trío de excampeonas de Eurovisión quienes han interpretado la canción Waterloo: las suecas Carola y Charlotte Perrelli y la austríaca Conchita Wurst.
Secundados por un director de orquesta vestido de Napoleón, en honor al protagonista de la batalla que sirvió de metáfora sentimental para la canción, presentaron una moderna y contagiosa producción, con una sencilla pero icónica coreografía, una guitarra con forma de estrella concebida para la ocasión y un colorido vestuario.
Ese vestuario era tan ajustado!, se ha quejado el avatar de Agnetha Fältskog al recordar el momento de la victoria.
El legado de ABBA
Aquel fue además el primer año en que en Eurovisión se permitió que los países participantes cantaran en otra lengua que no fuese la oficial de sus territorios. Ellos escogieron interpretar el tema en inglés, alcanzando el número 1 en países como Reino Unido o la Alemania federal y repercusión en territorios tan alejados entonces del festival como Sudáfrica o EEUU.
Ya habían publicado dos álbumes, incluido el homónimo Waterloo (1974) poco antes, y en los siguientes siete años lanzaron otros seis con éxitos como Mamma Mia, Dancing Queen, Take A Chance On Me, Super Trouper, Chiquitita o The Winner Takes It All.
A partir de 1982 anunciaron su separación, pero ya habían sembrado la semilla de la exportación de talento sueco al resto del mundo, con Roxette, Europe, The Cardigans, Ace of Base, Robyn, Swedish House Mafia, Lykke Li, Avicii o el productor Max Martin, algo que precisamente ha celebrado el arranque de la gala de este sábado.
En ella ha habido otra reaparición de justicia, la del veterano Björn Skifs, del grupo Blue Swede, para cantar su versión del tema Hooked On a Feeling, con la que consiguieron el primer número uno con sello seco en EEUU., precisamente el mismo año de la victoria de Waterloo, lo que silenció en parte la dimensión de esta hazaña.
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