En el corazón del barrio de Sant Andreu, en la ciudad de Barcelona, se encuentra un lugar que ha vivido una transformación sorprendente. El túnel histórico de Sant Andreu, que en su momento fue un refugio en tiempos de guerra, ha sido reconvertido en una joyería gastronómica de primer nivel. Esta joyería gastronómica ofrece a los visitantes una experiencia culinaria única, donde la rica historia del lugar se combina con la innovación y la creatividad culinaria. En este artículo, exploraremos la historia detrás de este lugar emblemático y cómo ha evolucionado con el tiempo, desde su función original como refugio hasta su actualmente función como un destino gastronómico de moda.
El adiós a un icono: Bar Versalles, 109 años de historia y tradición en Sant Andreu
Barcelona se despide de uno de sus establecimientos más emblemáticos, el icónico Bar Versalles, situado en el corazón del barrio de Sant Andreu. Con una historia de 109 años, este lugar ha sido testigo de eventos históricos como la Guerra Civil, el franquismo y la pandemia, pero no ha podido sobrevivir a la subida de precios.
El Bar Versalles abrió sus puertas en 1915 en el carrer Gran de Sant Andreu, con el nombre de Petit Versailles. Sin embargo, durante la dictadura de Franco, tuvo que cambiar su nombre a Versalles, ya que era obligatorio que todos los nombres de establecimientos estuvieran en español.
De refugio antibombas a restaurante exclusivo
Durante más de siete décadas, el Bar Versalles perteneció a la familia Heredero. Su sótano, que contaba con una bodega y almacén, sirvió como refugio durante los bombardeos de la Guerra Civil. En aquella época, solo los hombres podían entrar al local, mientras que las mujeres tenían acceso vetado. No fue hasta la década de 1960 cuando las mujeres pudieron empezar a acudir acompañadas por sus maridos y, más tarde, solas.
A pesar de mantener su esencia, el Bar Versalles entró en decadencia al pasar a manos de otros propietarios. En 2004, se unió al negocio un antiguo trabajador, Eduard Colomé. Cinco años después, Christian Puigdollers, otro antiguo empleado, se hizo cargo del lugar y quiso recuperar su peculiar e histórica barra de madera. Sin embargo, poco duró esta nueva gerencia.
En 2015, el Bar Versalles celebró su centenario gracias al apoyo de sus clientes. Sin embargo, el local ya estaba en decadencia. Sus mesas cada vez estaban más vacías. Los nuevos no conectaban con este espacio y los más veteranos no estaban de acuerdo con sus nuevos cambios. El Versalles pasó de ser un 'bar de pueblo' a ser un restaurante exclusivo.
Tras casi 110 años, el Bar Versalles se despide del barrio de Sant Andreu. El pasado 31 de mayo, el local cerró sus puertas debido a la imposibilidad de pagar el alquiler de 10.000 euros mensuales.
La historia del Bar Versalles es un ejemplo de la importancia de preservar la tradición y la cultura en nuestros barrios. Su legado seguirá vivo en la memoria de los barceloneses que lo han frecuentado durante décadas.
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