Un año después de su implementación, la baja por reglas incapacitantes registra solo 1.500 tramitaciones: La sociedad aún tiene mucho estigma que supe

Un año después de su entrada en vigor, la baja por reglas incapacitantes sigue siendo un tema sensible en la sociedad. A pesar de ser una medida diseñada para proteger a aquellos que han sufrido algún tipo de discapacidad, la realidad es que solo 1.500 personas han tramitado esta prestación en todo el país. Un número que resulta preocupantemente bajo, lo que hace pensar que aún hay un gran estigma que superar en cuanto a la visibilidad y aceptación de la discapacidad en nuestra sociedad. ¿Por qué las personas con discapacidad siguen sin recibir el apoyo que necesitan? ¿Cuáles son los obstáculos que impiden que más personas accedan a esta prestación? Es hora de reflexionar sobre este tema y trabajar juntos para crear un entorno más inclusivo y respetuoso con las necesidades de todos.

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Un año después de la aprobación de la baja laboral por menstruaciones incapacitantes, los datos son reveladores

La medida, aprobada en la última legislatura, generó un gran revuelo en su momento, con algunas voces que advertían que perjudicaría a las trabajadoras y saturaría el sistema sanitario. Sin embargo, un año después de su entrada en vigor, los datos indican que no ha sucedido ni lo uno ni lo otro.

Según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, solo se han tramitado 1.559 bajas por reglas dolorosas desde su implementación, apenas medio millar más que hace medio año. Esta cifra es mucho más baja de lo esperado, especialmente teniendo en cuenta que la dismenorrea es uno de los motivos más frecuentes de consulta médica y afecta a prácticamente todas las mujeres en algún momento de su vida.

La norma busca acabar con el estigma, la vergüenza y el silencio en torno a la regla

La norma busca acabar con el estigma, la vergüenza y el silencio en torno a la regla

La anterior ministra de Igualdad, Irene Montero, impulsora de la medida, destacó que la norma tenía como objetivo acabar con el estigma, la vergüenza y el silencio en torno a la regla. La norma incluyó una baja laboral por dismenorrea, una afección que afecta al menos a un tercio de la población femenina.

Para poder acceder a esta baja, las mujeres deben estar previamente diagnosticadas por su médico de cabecera con algún tipo de menstruación incapacitante secundaria o dismenorrea secundaria asociada a patologías como la endometriosis, miomas, enfermedades inflamatorias pélvicas, adenomiosis, ovarios poliquísticos, pólipos endometriales o cualquier dificultad en la salida de sangre menstrual de cualquier tipo.

Las consultas apenas han notado el impacto

Lorenzo Armenteros, portavoz y responsable del Grupo de Trabajo de Salud de la Mujer de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), cuenta que solo ha tenido dos casos de mujeres que hayan solicitado esta baja, y en ambos casos tuvo que informarles e insistir en que tienen derecho a una baja remunerada desde el primer día con estas condiciones.

Armenteros suele trasladarle esa posibilidad a las pacientes diagnosticadas con algún tipo de dismenorrea grave, pero, según explica, la mayoría rechaza esa opción. Todavía hay mucho estigma en la sociedad de lo que significa una baja por regla. Existe el temor de cogerse esa baja, cuando luego no da miedo decir que es por gripe o por covid… No se ha interiorizado esa cultura de normalizar la regla como un hecho fisiológico, molesto y negativo, que en algunas mujeres es incapacitante.

Un porcentaje insignificante

En definitiva, un año después de reconocerse ese derecho, el número de mujeres que se han acogido a él es mucho más bajo de lo esperado. Sobre todo teniendo en cuenta que la dismenorrea es uno de los motivos más frecuentes de consulta médica y afecta prácticamente a todas las mujeres en algún momento de su vida.

De las ocho millones de bajas que se han tramitado en España, las que han sido por reglas incapacitantes están muy por debajo del 0,01%. Es un porcentaje insignificante, asegura Armenteros.

La medida es defendida como necesaria

A pesar de que los médicos ya dispusieran de una incapacidad temporal por dismenorrea, la norma es defendida como necesaria porque esta baja es remunerada desde el primer día. La diferencia es que esta es remunerada desde el primer día, por lo que es un derecho añadido que le da más valor. Lo habitual es que las mujeres pidan la baja el día más insoportable, porque aún les da reparo alargarlo más, pese a que cuando es realmente incapacitante no basta con analgésicos, hay que quedarse en casa, señala Armenteros.

Con esta reforma, España se convirtió en el primer país europeo en reconocer permisos por reglas dolorosas. Italia presentó una propuesta de ley parecida hace siete años, pero nunca caló; en Francia se ha abierto el debate; y en Alemania tienen algo similar, pero a criterio del médico.

Jorge Vidal

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