La noticia del crucero que dejó en tierra a una pareja de ancianos estadounidenses tras atracar en el puerto de Motril ha generado indignación y preocupación. Según informes, la pareja quedó varada en el puerto después de que la tripulación del barco considerara que no estaban en condiciones de continuar el viaje. Esta situación ha levantado debates sobre la responsabilidad de las empresas navieras en la protección y asistencia a pasajeros vulnerables. Las autoridades locales han iniciado investigaciones para esclarecer los hechos y determinar si se han vulnerado los derechos de los viajeros. La seguridad y bienestar de los pasajeros debe ser una prioridad en la industria del turismo, especialmente cuando se trata de personas de la tercera edad. Es fundamental que se tomen medidas para evitar situaciones similares en el futuro y garantizar un viaje seguro y confortable para todos los pasajeros.
Ancianos estadounidenses quedan varados en Motril tras crucero partir sin ellos
La pareja de ancianos estadounidenses, Richard y Claudene Gordon, residentes en Utah, EEUU, se vieron en la penosa situación de quedar varados en el puerto de Motril después de que el crucero en el que viajaban zarpó sin ellos a bordo. Según informaciones locales, el matrimonio había descendido del barco para hacer una visita a Granada, pero lamentablemente no lograron regresar a tiempo para el embarque.
Richard y Claudene iniciaron su travesía vacacional a bordo del crucero Norwegian Viva el 26 de abril, zarpando desde Lisboa con destino a celebrar el 85 cumpleaños de Richard por el Mediterráneo, acompañados de familiares y amigos. Tras efectuar paradas en Gibraltar y en Cádiz, el buque llegó a Motril, donde se produjo el desafortunado incidente.
Una vez en el puerto de Motril, la pareja decidió realizar una excursión por su cuenta a la ciudad de Granada, tomando un autobús turístico que les llevaría de regreso al barco en aproximadamente una hora. No obstante, debido a circunstancias externas, el trayecto de retorno se prolongó más de lo previsto, impidiendo que llegaran a tiempo para el embarque programado.
Es importante señalar que, de acuerdo a las normativas de la compañía, la embarcación únicamente debe aguardar a los pasajeros que participan en actividades organizadas por la misma. Por consiguiente, pese a las alertas de los acompañantes sobre la ausencia de Richard y Claudene, el crucero se vio obligado a partir sin estos dos viajeros.
A pesar de los esfuerzos de la compañía por contactar a la pareja a través de sus números de teléfono y datos de contacto, no fue posible dar con ellos en Motril. No obstante, finalmente, los estadounidenses lograron reunirse con el barco en Palma de Mallorca, donde la naviera les brindó asistencia para completar su regreso a bordo y continuar con su travesía.
Deja una respuesta