- Un Macronismo Desgastado o una Izquierda Unida por Obligación: Francia Se Asuma a un Posible Cambio de Era en Su Politica Nacional
- Francia en un momento crítico: Macronismo desgastado y ultraderecha en ascenso
- La voz cantante la lleva Le Pen y la ultraderecha
- El macronismo trata de sobrevivir
- La izquierda se une para frenar a la ultraderecha
- ¿Qué futuro esperan los franceses?
- ¿Cómo afectan estas elecciones a las dinámicas de la UE?
Un Macronismo Desgastado o una Izquierda Unida por Obligación: Francia Se Asuma a un Posible Cambio de Era en Su Politica Nacional
En un momento crucial para la política francesa, el país se encuentra en una encrucijada histórica. Después de años de dominio macronista, la izquierda francesa se ve obligada a unirse para hacer frente a la creciente desilusión popular. La crisis política que aqueja a Francia desde hace tiempo ha llevado a una situación en la que la alternancia en el poder parece más probable que nunca. ¿Estamos ante un cambio de era en la política nacional francesa? ¿Puede la izquierda unida por obligación ser la respuesta a la desgastada hegemonía macronista? En los próximos días, la historia política de Francia puede estar a punto de escribir un nuevo capítulo.
Francia en un momento crítico: Macronismo desgastado y ultraderecha en ascenso
La política internacional actual se pone a prueba en Francia con las elecciones legislativas que se celebran este domingo. Los ciudadanos franceses deben elegir entre una Marine Le Pen crecida tras su gran resultado en las europeas, un macronismo desgastado y en horas muy bajas, y una izquierda que se ha unido casi por obligación para frenar a la ultraderecha de Agrupación Nacional en estos comicios.
La voz cantante la lleva Le Pen y la ultraderecha
La líder de la Agrupación Nacional, Marine Le Pen, impulsa su partido hacia el poder con un discurso más centrado en temas como la energía y los asuntos económicos, pero manteniendo medidas como la prohibición de que los ciudadanos con doble nacionalidad no puedan acceder a los altos cargos de la Administración. Los sondeos les dan más del 30% de los votos, aunque aspiran a la mayoría absoluta para que Macron no tenga otra opción que nombrar un primer ministro de RN.
El macronismo trata de sobrevivir
El macronismo intenta mantenerse a flote, pero su apuesta no permite levantar el vuelo. Su mensaje pasa por que los franceses sigan apostando por la centralidad, apoyándose en palabras de figuras como Mbappé o Thuram, que han pedido votar contra los extremos. Sin embargo, las encuestas son muy negativas y Macron no dimitirá pase lo que pase, pero su espacio prácticamente ya no existe.
La izquierda se une para frenar a la ultraderecha
La izquierda se ha unido para competir con la Agrupación Nacional y trastocar sus planes para las mayorías. El PS parece la pata más firme del edificio progresista para las elecciones, pero Melénchon quiere seguir llevando la voz cantante. Socialistas, verdes e insumisos se han repartido en terreno para ser más efectivos, con un programa común de corte social y menos crítico de lo que quisiera la derecha radical.
¿Qué futuro esperan los franceses?
Javier Carbonell, profesor asociado en SciencePo, considera que lo que está en juego es darle o no poder a la ultraderecha, aunque asume que los cambios no se darían de la noche a la mañana; se aceleraría eso sí una erosión de la democracia. También cree que estos comicios son el principio del fin del macronismo. Creo que sí porque ahora mismo Macron es un político tremendamente impopular a los dos lados del campo ideológico, comenta.
Por su parte, David Gómez, de El Orden Mundial, sostiene que estas elecciones son importantes porque desafían uno de los pilares que ha marcado la quinta república, ese cordón sanitario a la ultraderecha. Además, van a ser un buen termómetro de lo que le espera a Francia después de Macron.
¿Cómo afectan estas elecciones a las dinámicas de la UE?
Francia ha quedado dividida en tres y dependiendo de lo que pase en las legislativas, su peso y discurso en Bruselas podría cambiar, sobre todo con la evolución de RN y un Macron al que podría no escucharse tanto a nivel comunitario. El motor de la Unión ha quedado gripado tras las elecciones europeas y podría quedar totalmente parado en función de lo que se decida en París. Lo que pase en Francia, si es un terremoto, podría sentirse en cada esquina del continente.
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