Un policía de Madrid enfrenta la justicia por falsificar pruebas y multar a su expareja y su nuevo novio
Un escándalo ha sacudido las filas de la policía madrileña con la detención de un agente que enfrenta graves acusaciones de falsificación de pruebas y abuso de autoridad. Según las investigaciones, el policía en cuestión habría falsificado documentos y multado a su expareja y su nuevo novio con el fin de vengarse de su ruptura sentimental. Esta acciones, consideradas como un grave delito, han llevado a la justicia a investigar y procesar al agente, quien ahora enfrenta la posibilidad de perder su cargo y enfrentar consecuencias legales. En este sentido, se cuestiona la integridad de los cuerpos de seguridad y la necesidad de implementar medidas para prevenir este tipo de comportamientos.
Corrupción en la fuerza pública: policía falsificó pruebas en Madrid
La Audiencia Provincial de Madrid juzga este miércoles a un agente de movilidad de la capital por falsificar los datos de una multa. En lugar de registrar la información del vehículo infractor, el policía utilizó los datos del coche de una persona que él pensaba que mantenía una relación sentimental con su expareja.
Los hechos ocurrieron el 27 de noviembre de 2022, cuando el acusado, R. S. G., se encontraba trabajando en la Plaza de la Independencia junto a J. G. F., también agente de movilidad. Durante su servicio, J. G. F. observó a un conductor que conducía mientras usaba su teléfono móvil y que, además, se había saltado un semáforo en rojo.
Debido a la rapidez de la situación, no logró anotar los datos del vehículo en su dispositivo PDA para multarlo, por lo que solicitó la ayuda de R. S. G. para obtener esa información. Fue entonces cuando R. S. G. facilitó a su compañero los datos de marca, modelo y matrícula de un coche que no pertenecía al infractor, sino a una persona de quien creía que mantenía una relación sentimental con su expareja.
Basándose en esta información errónea, J. G. F. emitió las denuncias por las infracciones, iniciando dos expedientes sancionadores a nombre del propietario del vehículo que R. S. G. le había indicado.
La persona afectada -y presunto amante de la expareja del acusado- recurrió las multas impuestas por el Ayuntamiento de Madrid, lo que llevó al descubrimiento de la falsificación de datos por parte del agente.
La Fiscalía considera que el acusado actuó motivado por razones personales y con un claro abuso de su posición como agente de movilidad, motivo por el cual se solicita una pena de 42 meses de cárcel.
El caso es grave y llama la atención sobre la importancia de la integridad y la transparencia en la labor policial. La justicia debe actuar con firmeza para proteger la confianza ciudadana en las instituciones y garantizar que los agentes de la autoridad actúen con honestidad y responsabilidad.
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