En vísperas del inicio de las fiestas de San Fermín en Pamplona, una noticia ha generado gran malestar entre los viajeros que se dirigían a la ciudad navarra. Un tren de Renfe ha llegado con retraso a la estación de Pamplona, provocando la frustración de los pasajeros que habían planeado disfrutar de los primeros días de fiesta. Uno de ellos, visiblemente decepcionado, ha declarado que siempre pasa algo, reflejando la desesperanza que sienten muchos usuarios del servicio ferroviario español. Este incidente pone de relieve la falta de fiabilidad de la red ferroviaria española y la necesidad de mejorar la calidad del servicio para garantizar la satisfacción de los pasajeros.
Desastre en los trenes a Pamplona: viajeros llegan con retraso y sin recursos ante el inicio de San Fermín
Lo que debía ser un viaje tranquilo y sin contratiempos a bordo de un tren de Renfe acabó siendo una odisea para cientos de viajeros que se dirigían a Pamplona horas antes del inicio de San Fermín.
El tren de Vera debía partir a las 19:30 horas de este jueves desde Atocha dirección Pamplona, adonde llegaría sobre las 22:40 horas. Sin embargo, no ocurrió ninguna de las dos cosas. Un incendio en las vías ferroviarias de Toledo causó la demora de un convoy proveniente de Granada con 31 personas que iban a coger el tren hacia la capital de Navarra.
Renfe esperó a que llegase ese tren para que se montasen los pasajeros. Entonces, ya de entrada, el que iba a Pamplona salió con 20 minutos de retraso, explica Vera, una de las afectadas.
Pero la joven no se muestra molesta por ello, sino porque a lo largo del trayecto los problemas se intensificaron. Los viajeros recibieron un mensaje de la compañía indicando un retraso estimado de 45 minutos, mientras el tren avanzaba lentamente, parándose y reanudando la marcha de forma intermitente.
La situación empeoró cuando el tren quedó detenido a mitad de camino y, tras más de dos horas parados, se informó de que el tren estaba averiado, por lo que se enviaría otro convoy desde Madrid para realizar un trasbordo.
El segundo tren llegó alrededor de la 1:30 horas y los pasajeros tuvieron que hacer el trasbordo a través de pasarelas improvisadas. Entre el cambio, que la gente se acomodara y que el tren se pusiera en marcha, llegué a Pamplona a las cuatro de la mañana, manifiesta Vera, quien dice que al final llegaron con unas cinco horas de retraso.
Pero, además, la joven también denuncia que durante las largas horas de espera los recursos a bordo empezaron a escasear: Se acabó casi toda la comida, solo quedaban sándwiches mixtos. Al realizar el trasbordo, Renfe ofreció botellas de agua y zumo gratis, pero no fue suficiente para calmar el malestar general.
Todo muy mal previsto. No nos daban explicaciones de nada. Renfe nunca funciona bien, siempre sale con retraso, se para por el camino o lo suspenden. Es que siempre pasa algo, concluye indignada Vera al asegurar que este incidente no es aislado.
Este retraso y la falta de recursos a bordo han generado un gran malestar entre los viajeros, que esperaban llegar a Pamplona con tiempo suficiente para disfrutar de los Sanfermines. Sin embargo, la odisea en el tren les ha quitado horas valiosas de descanso y disfrute.
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