En la actualidad, el lumbago se ha convertido en una de las afecciones más comunes que afectan a la población, generando incomodidad y limitaciones en la vida diaria de quienes lo padecen. Ante esta problemática, los especialistas en salud han dejado atrás la recomendación tradicional de reposo absoluto y han establecido nuevas pautas para el tratamiento de esta dolencia. En este sentido, es fundamental comprender que la actividad física moderada y adaptada a las necesidades de cada paciente juega un papel crucial en la recuperación del lumbago. Asimismo, la postura correcta y la ergonomía en las actividades cotidianas son aspectos clave a tener en cuenta para prevenir y aliviar los síntomas. En este contexto, es imperativo seguir las indicaciones de los profesionales de la salud y adoptar un enfoque activo en el manejo del lumbago para recuperar la funcionalidad y mejorar la calidad de vida.
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Se estima que alrededor del 80% de las personas en España presentará lumbago en alguna etapa de su vida, a partir de los 30 años de edad, momento en el que se tiene más riesgo de padecer lumbalgia. Existen diferentes causas que pueden ser detonantes del dolor lumbar, como enfermedades, hábitos poco saludables, fracturas o traumatismos. Estas suelen ser tratadas mediante rehabilitación, analgésicos y relajantes musculares. Sin embargo, existe una forma muy sencilla al alcance de todos que ayuda a prevenir y/o disminuir el dolor producido por el lumbago.
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El lumbago se considera agudo cuando dura unos días y crónico cuando el dolor supera los 3 meses. Aunque es más frecuente en personas de edad avanzada, la lumbalgia afecta a muchas personas jóvenes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe la lumbalgia como un dolor o contractura en la zona baja o lumbar de la espalda, causada por la afección de la estructura de esta parte del cuerpo.
La OMS recomienda caminar mínimo 30 minutos diarios, dormir de medio lado con una almohada entre las piernas, evitar el sedentarismo y controlar el peso como formas de combatir la lumbalgia. Además, apoya activamente refuerzos del sistema sanitario con el fin de mejorar los servicios de rehabilitación en más de 20 países diferentes.
Para eliminar contracturas musculares que pueden derivar en lumbago se recomienda aplicar calor. Después de un examen médico, es posible que se receten analgésicos o antiinflamatorios, especialmente si se trata de un caso de lumbago crónico.
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