El 'milagro' de Ana Peleteiro: de dar a luz a ganar una medalla mundial en apenas un año ha sorprendido a todos en el mundo del deporte. La atleta española logró una hazaña extraordinaria al regresar a la competición tan solo doce meses después de convertirse en madre. Su dedicación, esfuerzo y superación han sido clave en este logro sin precedentes. Ana Peleteiro ha demostrado que con determinación y pasión, no hay límites que puedan detener a un verdadero campeón. Su historia inspiradora ha conmovido a millones de personas alrededor del mundo, convirtiéndose en un ejemplo de resiliencia y perseverancia para todos aquellos que sueñan con alcanzar grandes metas.
Ana Peleteiro, el 'milagro' del deporte: de dar a luz a medallista mundial en un año
Con una frase simple, pero contundente, reivindicó Ana Peleteiro, ganadora del bronce mundial de triple salto en pista cubierta este fin de semana, el milagro deportivo protagonizado en el Mundial de Atletismo de Glasgow: Me retiraron hace catorce meses, pero la Peleteiro está de vuelta, declaró para acallar a los críticos una deportista capaz de llevar su cuerpo al límite y volver al podio apenas un año después de dar a luz.
Parecía imposible, inhumano, aunque esas palabras nunca significaron nada para una atleta armada de determinación y talento, la combinación implacable de una mujer que ha despejado cualquier duda con su vuelo en el triple salto sobre sus opciones de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024. Peleteiro, que entre marzo de 2022 y junio de 2023 estuvo sin competir debido al embarazo y la posterior recuperación, dijo ser otra persona ahora, después de un periodo de casi un año durante el que hasta ella dudó de su capacidad para volver a lo más alto.
De la maternidad al podio: Ana Peleteiro conquista medalla en Glasgow
Hay atletas madres que han sido ejemplos para mí porque recién parida tras la cesárea lo veía negro. Cogí fuerzas y me dije que si ellas lo habían hecho yo también. Queda mucha Peleteiro. Lo que sí se me ha quitado son las ganas de no ser madre otra vez por un largo tiempo, señaló la atleta gallega, que aseguró que a las competiciones a ella le gusta llegar de incógnito.
Y así, de incógnito, llegó a Glasgow para hacerse con el bronce gracias a una marca de 14.75 metros, su segunda mejor marca tras aquellos 14.87 con los que conquistó el bronce en Tokio. Su reto, ahora, es el de alcanzar los 15 metros: Pienso en ello, pero paso a paso, advirtió con precaución.
En el Emirates Arena de Glasgow, la gallega voló con un dorsal con la inscripción 'Peleteiro-Compaoré', su apellido y el de su marido, el atleta francés Benjamin Compaoré, como muestra de una unión irrompible y clave para su vuelta a los grandes éxitos.
Es mi equipo ahora. Somos una familia. Mi madre está desbancada (ríe). Esto es un gesto de amor a mi familia política porque nos ayudan a conciliar. Tengo una hija, pero también tres hijastras y mis suegros son un pilar fundamental en mi vida. Es una muestra de cariño hacia ellos, manifestó tras un éxito con el que firmó el milagro y se colocó, a sus 28 años, de nuevo en las quinielas para las medallas de la cita olímpica de este verano.
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