El 9 de mayo de 1945 marcó un día histórico para Rusia, cuando las fuerzas soviéticas, lideradas por Stalin, lograron derrotar a las tropas nazis en Berlín, poniendo fin a la II Guerra Mundial en Europa. Desde entonces, cada año Rusia celebra el Día de la Victoria, un día de gran importancia patriótica en el que se conmemora la valentía y el sacrificio de los soldados soviéticos que lucharon contra el nazismo. En la actualidad, el presidente Vladimir Putin ha sido un gran impulsor de la celebración de este día, como forma de honrar la memoria de aquellos que dieron su vida por la libertad y la independencia de Rusia. En este sentido, Putin ha promovido la organización de desfiles militares, conciertos y otros eventos culturales para conmemorar este día tan significativo en la historia de Rusia.
El Día de la Victoria en Rusia: Un homenaje a la grandeza rusa
El 9 de mayo es un día grande en Rusia. Un día en el que se conmemora la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Un día en el que se recuerda la grandeza rusa y se honra la memoria de los 27 millones de rusos que murieron en aquel conflicto.
La rendición nazi
La rendición incondicional de la Alemania nazi se firmó el 8 de mayo de 1945 a las 22:43 hora central europea. Sin embargo, debido a la diferencia horaria, en la Europa Oriental se celebra el 9 de mayo. En Reims, Francia, se firmó la capitulación alemana el 8 de mayo a las 23:01 hora central europea.
Stalin, líder soviético en ese entonces, insistió en que la rendición alemana debería haber sido aceptada únicamente por el enviado del mando supremo de la URSS y firmada solo en Berlín. Por lo tanto, se organizó otra ceremonia en Berlín, donde el mariscal de campo Wilhelm Keitel presentó la capitulación de la Wehrmacht al mariscal Georgi Zhúkov.
La celebración del Día de la Victoria
La celebración del Día de la Victoria se convirtió en una tradición en la URSS en 1965. Sin embargo, tras la caída del Muro de Berlín y el colapso soviético, se dejó de celebrar durante varios años. En 1995, con Boris Yeltsin al frente del país, Rusia retomó la tradición.
En la actualidad, el Día de la Victoria es una celebración importante en Rusia, Bielorrusia y la mayoría de las antiguas repúblicas soviéticas. En Rusia, se organizan desfiles militares en la Plaza Roja, y se colocan coronas en la Tumba del Soldado Desconocido. La celebración culmina con fuegos artificiales en el cielo de Moscú.
El nacionalismo ruso
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha sido clave en la promoción de la celebración del Día de la Victoria. En 2005, se convirtió en la mayor fiesta nacional y popular desde el colapso de la Unión Soviética. Putin ha utilizado la celebración para promover el prestigio de la historia y el gobierno soviético.
En 2015, se cumplió el 70º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, y Putin alcanzó el paroxismo nacionalista en los festejos. Participaron 16.000 soldados rusos, alrededor de 200 vehículos blindados, 150 aviones y helicópteros artillados.
La lucha contra el nazismo
Putin ha utilizado la palabra nazi para justificar la invasión del territorio ucraniano, asegurando que su propósito es desnazificar el territorio que fue parte de la URSS. Ha acusado a las élites occidentales de apostar por el revanchismo y por justificar a los actuales seguidores de los nazis.
El Día de la Victoria es un recordatorio de la lucha y resistencia contra el enemigo nazi y la posterior contraofensiva soviética que culminó con la llegada a Berlín. Es un homenaje a la grandeza rusa y una celebración de la victoria sobre la Alemania nazi.
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