En un giro significativo en su enfoque hacia los fenómenos inexplicables, la Iglesia Católica ha decidido abandonar su tradicional consideración de apariciones y sucesos sobrenaturales como prueba de la intervención divina. Esta nueva postura marca un cambio radical en la forma en que la Iglesia aborda los fenómenos paranormales, y supone un reconocimiento de la importancia de la investigación científica y la racionalidad en la búsqueda de explicaciones. De esta manera, la Iglesia busca adaptarse a los cambios sociales y culturales actuales, y demostrar su compromiso con la razón y la evidencia.
La Iglesia Católica redefine su enfoque sobre apariciones y fenómenos sobrenaturales
El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, anunció que la Iglesia Católica ya no declarará que una aparición o un fenómeno relacionado con la religión es sobrenatural. Esta declaración solo podrá ser hecha por el Papa.
El cardenal Fernández explicó en una rueda de prensa que las nuevas reglas para la aprobación de las llamadas apariciones o fenómenos inexplicables obligan al obispo a consultar siempre con el dicasterio (los departamentos u organismos especializados de la curia romana) para su posterior aprobación.
No se declarará que un fenómeno es sobrenatural, explicó el cardenal. Solo excepcionalmente, un Papa puede decir que hay interés en un caso y pedir al dicasterio que inicie el trabajo para que el fenómeno pueda ser considerado como tal.
Además, el cardenal advirtió que, aunque se llegue a autorizar una aparición, los fieles no están obligados a creer en ello. Dejemos libres a los fieles, aclaró.
Un nuevo enfoque para evaluar las apariciones
El documento presentado por el Vaticano explica la necesidad de poner orden con procedimientos claros en este tipo de manifestaciones de presunto origen sobrenatural, que a veces han llevado a cometer actos gravemente inmorales o han sido pretexto para ejercer dominio sobre las personas o cometer abusos.
Las normas para proceder a evaluar las presuntas apariciones y revelaciones que se aplicaban hasta hoy habían sido aprobadas por Pablo VI en 1978, hace más de 40 años, pero no fueron publicadas hasta 33 años después, en el 2011.
Las evaluaciones exigían tiempos muy prolongados, incluso décadas, y se llegaba demasiado tarde a la necesaria aprobación eclesial, apunta el documento escrito por el prefecto de la Doctrina de la Fe y aprobado por el Papa Francisco.
Ahora, el obispo ve si puede gestionar solo el asunto y si necesita comenzar la investigación lo hará en diálogo con el dicasterio.
Un caso emblemático: Medjugorje
Según el cardenal argentino, con estas nuevas reglas se podrá dar una nueva respuesta a las apariciones en la localidad de Medjugorje, ubicada en el sur de Bosnia, y sobre las que el Vaticano, aun permitiendo las peregrinaciones de fieles, nunca expresó su opinión.
Las nuevas reglas también establecen que después de la evaluación, se podrá declarar un Nihil obstat (no hay objeción) para que comience la veneración de los fieles o también podrá llegar a otras cinco conclusiones que necesitarán mayor estudio, pero nunca declarar la sobrenaturalidad.
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