En la era de la digitalización y la comodidad, las pulseras 'cashless' han ganado popularidad en todo el mundo. Estas pulseras, que permiten a los usuarios realizar pagos con solo un movimiento de muñeca, parecen ser la solución perfecta para aquellos que buscan facilitar sus transacciones. Sin embargo, detrás de esta comodidad se esconde un efecto peligroso que puede afectar directamente tu presupuesto. En este artículo, exploraremos cómo estas pulseras pueden influenciar tus hábitos de gasto y cómo debes estar alerta para no caer en la trampa del gasto excesivo.
El efecto en el gasto: Las polémicas pulseras 'cashless' que pueden jugar con tu presupuesto
Las pulseras cashless, que se han popularizado en eventos y festivales de música de toda España, están rodeadas de polémica. Estas pulseras, que funcionan como una hucha donde se acumula el dinero previamente ingresado, permiten realizar pagos sin necesidad de sacar la cartera del bolsillo. Sin embargo, su uso ha sido cuestionado por organizaciones de consumidores y usuarios, como FACUA-Consumidores en Acción, que denuncia que su imposición como único medio de pago perjudica el bolsillo de los asistentes.
Una de las principales críticas es que el uso de la pulsera cashless implica el cobro de una comisión para recuperar el dinero ingresado pero no gastado. Además, los plazos establecidos para el reembolso son cortos, lo que puede llevar a que muchos consumidores no recuperen su dinero.
FACUA considera que este plazo de recuperación del dinero no utilizado es excesivamente breve y va en perjuicio del consumidor. Supone un flagrante desequilibrio contractual, toda vez que si el consumidor no actúa en el indicado plazo el empresario obtendría un enriquecimiento injusto al apropiarse de una cantidad íntegra de un servicio que finalmente no se presta, subraya la organización.
Un aumento del 20% en el gasto
Además de la controversia sobre el plazo de reembolso, el uso de las pulseras cashless también puede tener un impacto en el gasto de los consumidores. Según un informe de IDASFEST, empresa especializada en tecnología para festivales y líder del sector en España, el uso de estas pulseras puede incrementar el gasto en un 20%.
La razón es que con las pulseras cashless, los consumidores no son tan conscientes de lo que están gastando, lo que se conoce como el efecto cashless. La ausencia de dolor que se experimenta cuando se utiliza dinero de plástico y que, por el contrario, es muy evidente cuando se utiliza dinero en efectivo, tiene una influencia en los niveles de gasto, ha señalado el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.
Javier Rupérez, presidente de Denaria, asociación en defensa del uso del dinero en efectivo, aseguró que cuando un ciudadano usa el efectivo se controlan mucho más los gastos que cuando lo hace a través de sistemas digitales o de tarjeta. El uso del efectivo tiene un efecto económico de recuento y otro psicológico porque cada uno sabe lo que está gastando, explicó.
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