En un incidente perturbador, el líder de Podemos ha denunciado que fue amenazado por dos hombres a las puertas del tribunal, justo en el momento en que se desarrollaba el juicio sobre el acoso a su familia. Este inquietante suceso ha generado gran preocupación entre los seguidores del partido y ha generado un clima de tensión en el entorno político. La seguridad del líder y su familia ha sido puesta en entredicho, y se exige una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades. Esta noticia ha generado un gran impacto político y social, y se espera que se tomen medidas inmediatas para garantizar la seguridad de todos los involucrados.
Pablo Iglesias denuncia a dos hombres que lo amenazaron en el juicio por el acoso a su familia
El exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha decidido denunciar a dos hombres que lo increparon y amenazaron a él y a su pareja, Irene Montero, en la entrada del juicio por el acoso que recibió su familia en 2020 en las inmediaciones de su chalet de Galapagar (Madrid).
Según informó Iglesias en sus redes sociales, los dos hombres lo increparon y lo amenazaron con frases como Vallecano de mierda a ti te quiero ver a solas en la calle y si vuelves a mirar mi coche atente a las consecuencias.
Iglesias se encaró contra un grupo de personas que le increpaban a las puertas del Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid, donde se celebra el juicio contra Miguel Ángel Frontera, el vecino de Brunete acusado de delitos de acoso.
El fundador de Podemos se enfrentó a un hombre que le increpaba, sin apenas pronunciar una palabra. Posteriormente, Iglesias comunicó que denunciaría a los dos hombres que lo increparon.
Ninguna amenaza sin respuesta, escribió Iglesias en sus redes sociales, anunciando su decisión de denunciar a los dos hombres.
La situación se volvió tensa cuando un hombre le gritaba a Iglesias asqueroso, desgraciado y vallecano de mierda. Iglesias le miraba fijamente mientras el hombre le increpaba desde fuera del recinto del juzgado.
Finalmente, Iglesias y Montero salieron del recinto y se acercaron al grupo, aunque fue el exvicepresidente quien tuvo el encontronazo directo con ellos, concretamente con una mujer que pedía que no se la grabase.
La conversación, menos agresiva que la ocurrida con la valla de por medio, ocurrió mientras Irene Montero pedía que alguien tenía que hacer algo ante un grupo que ha calificó de fascistas y acosadores.
Los asistentes habían estado gritando a Iglesias y Montero durante sus declaraciones desde las inmediaciones del juzgado y también hubo fuertes discusiones entre partidarios y contrarios al acusado.
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