En el marco de las oladas de calor que azotan nuestro país, es importante estar alerta sobre los posibles riesgos para la salud que conlleva el calor excesivo. La exposición prolongada a temperaturas elevadas puede generar problemas de salud graves, especialmente en poblaciones vulnerables como niños, ancianos y personas con enfermedades preexistentes. En este sentido, es fundamental conocer los síntomas de alerta y adoptar medidas de prevención para minimizar el impacto del calor en nuestra salud. A continuación, exploraremos los posibles riesgos para la salud asociados con el calor excesivo y brindaremos consejos prácticos para evitarlos y mantenerse seguro durante este período.
El calor extremo puede tener graves consecuencias para la salud
El Protocolo general de actuación en el ámbito educativo andaluz no universitario ante olas de calor o altas temperaturas excepcionales elaborado por el Gobierno andaluz establece que los colegios e institutos andaluces podrán terminar las clases antes de la hora oficial debido al calor.
Esta medida podría ponerse en práctica en jornadas como la de este jueves, en la que existen avisos de calor en varias regiones de la comunidad. Específicamente, este 6 de junio hay aviso naranja por temperaturas máximas en la campiña de Córdoba y en el Valle del Guadalquivir, Sierra Morena y Condado en Jaén, y amarillo en comarcas de Sevilla, Jaén, Córdoba y Granada, donde se podrá aplicar el protocolo.
Los riesgos de las olas de calor
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los riesgos concretos de los eventos térmicos dependen de su duración, su intensidad, el momento en el que se producen, el nivel de aclimatación y adaptación de la población local, la infraestructura, el conocimiento y el equipamiento disponible, los preparativos y la respuesta institucional.
El efecto negativo para la salud de las noches calurosas: aumenta el riesgo de ictus.
En términos generales, aumenta la incidencia de problemas de salud asociados a la exposición a las altas temperaturas, como el edema (acumulación de líquido), el síncope (desmayos), los calambres musculares, el agotamiento por calor y el golpe de calor, que puede llegar a ser letal. Además, puede aparecer deshidratación severa, accidentes cerebrovasculares y otros eventos relacionados con la coagulación sanguínea.
Medidas para prevenir los problemas más graves
Teniendo en cuenta esto, es vital que las instituciones se preparen para responder adecuadamente a los riesgos derivados de las olas de calor. Para ello, la ciudadanía debe estar correctamente informada sobre las condiciones meteorológicas, los recursos disponibles en materia de prevención y de atención a emergencias y en materia de medidas preventivas dependientes del individuo.
Es fundamental cuidar la hidratación tomando abundantes líquidos y agua. Similarmente, debemos adaptar nuestra conducta a las condiciones atmosféricas, evitando actividades extenuantes o las salidas a espacios exteriores en las horas más calurosas.
Es importante garantizar que las actividades laborales y de otra naturaleza se realizan en entornos adecuadamente climatizados. Ante la aparición de síntomas graves (mareos, dolores intensos, manifestaciones cardiovasculares, problemas respiratorios, fiebre alta, vómitos incontrolables) es vital buscar atención médica inmediata.
Recuerda que es fundamental estar informado sobre las condiciones meteorológicas y las medidas preventivas para evitar los problemas más graves.
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