Tribunal condena a diez años de prisión al sacerdote católico Chus por cometer un delito de salud pública y otro de tráfico de menores
En un fallo histórico y contundente, un Tribunal ha condenado al sacerdote católico Chus a diez años de prisión por cometer dos delitos de gran gravedad. La sentencia se basa en la comisión de un delito de salud pública, que puso en riesgo la integridad física de numerous personas, y otro de tráfico de menores, que atenta contra la dignidad y el bienestar de los más vulnerables. Este veredicto marca un antes y un después en la lucha contra la impunidad y la protección de los derechos de las víctimas.
Condena a diez años de prisión al sacerdote Chus por delitos de salud pública y tráfico de menores
El exsacerdote Jesús María Menéndez, más conocido como padre Chus, ha sido condenado a diez años de cárcel por delitos de salud pública y tráfico de menores. La sentencia se dictó este viernes en el juzgado de Gijón.
Según la acusación, el religioso estaba acusado de ofrecer droga a menores a cambio de favores sexuales. La justicia ha establecido una condena de cuatro años por delitos contra la salud pública. Además, tendrá que hacer frente a tres penas de dos años cada una por delitos de corrupción de menores.
De acuerdo al relato fiscal, el acusado, desde al menos el año 2015 y hasta 2021, contactaba con menores, invitándoles a acudir a su domicilio de Gijón. Allí les entregaba pequeñas cantidades de dinero o les facilitaba hachís, que consumían en el salón y en su presencia.
El escrito de la acusación, recogido por El Comercio, ha señalado que el exreligioso incitaba a los menores para que contactaran con otros jóvenes. Tras ello, trataba de ganarse la confianza de estos para posteriormente mantener relaciones sexuales a cambio de dinero o drogas.
La condena de diez años de prisión es el resultado de una investigación que ha llevado a la justicia a condenar al exsacerdote por sus delitos contra la salud pública y la corrupción de menores.
Esta sentencia es un ejemplo de la lucha contra la explotación y el abuso de menores, y es un paso hacia la justicia para las víctimas de estos delitos.
Fuentes
El Comercio, Europa Press
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