En un giro inesperado, el defensa del F.C. Barcelona y capitán de la selección española, Gerard Piqué, se ha visto envuelto en una polémica que ha llevado a la justicia a investigar su participación en la organización de la Supercopa de España. La controversia gira en torno a los enormes contratos que se firmaron durante su gestión como presidente de la empresa Kosmos, que se encargó de la organización del torneo. Según las investigaciones, estos contratos habrían beneficiado a Piqué y a su empresa, lo que ha generado un gran revuelo en el mundo del fútbol español.
La Supercopa de España: Detrás de la cortina de la justicia, los contratos multimillonarios que han generado polémica
La investigación iniciada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda sobre las presuntas irregularidades en contratos de la RFEF ha llevado a la imputación de Gerard Piqué por su implicación en el acuerdo millonario que llevó la Supercopa de España a Arabia Saudí.
En concreto, el compromiso adquirido por la Federación Española con el país árabe en 2019 acordaba la celebración de la competición en Arabia Saudí entre 2020 y 2026 —aunque posteriormente la fecha límite se extendió a 2029— a cambio de 40 millones de euros al año. Esta cifra, sin embargo, está sujeta a la participación de Real Madrid y FC Barcelona en el torneo: la no participación de blancos y culés en el torneo reduce el pago del reino saudí en hasta 10 millones de euros, cinco por cada equipo.
Respecto a cuánto dinero ingresa cada club por disputar la Supercopa de España, el contrato estipulaba cantidades desiguales: este año, el cuadro madridista y el blaugrana han ingresado seis millones de euros cada uno, por los tres que se embolsó el Atlético de Madrid y los 1,5 millones que ganó Osasuna.
Estas, sin embargo, no son las únicas cifras que manejaba el contrato, que también incluía una elevada comisión para Gerard Piqué por su actuación como intermediario en el acuerdo: un total de 24 millones de euros repartidos en los seis años de duración del acuerdo inicial, es decir, cuatro millones de euros al año.
La imputación de Gerard Piqué ha generado gran polémica en el mundo del fútbol español, y ha llevado a cuestionar la transparencia y la ética en la gestión de la RFEF.
La investigación continúa y se espera que se revelen más detalles sobre los acuerdos y contratos que han generado esta polémica.
La sombra de la corrupción sigue presente en el fútbol español, y es necesario que se tomen medidas para garantizar la transparencia y la integridad en la gestión de la RFEF.
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