En el ámbito de las comunidades de vecinos, la derrama es un concepto que puede generar controversia y confusiones entre los propietarios. La derrama se refiere a un gasto extraordinario que se realiza en la comunidad para llevar a cabo obras o mejoras en el edificio, que no estaban contempladas en el presupuesto ordinario. Es importante destacar que, según la normativa vigente, hay casos en los que los propietarios no están obligados a pagar la derrama, como por ejemplo si no se ha aprobado en junta de propietarios de forma adecuada o si el importe supera un determinado porcentaje del presupuesto anual. Es fundamental para los vecinos conocer sus derechos y deberes en relación a las derramas para evitar conflictos innecesarios en la comunidad.
¿Qué es una derrama en una comunidad de vecinos y cuándo no es obligatorio pagarla?
El cuidado de las zonas comunes de un bloque de viviendas atañe a todos los vecinos que viven en esa comunidad y de forma periódica aportan una cuota para su mantenimiento. No obstante, puede darse el caso de que surja algún daño o avería, lo que implicaría tener que pagar una derrama.
Tal y como recuerdan desde Idealista, las derramas de una comunidad son esas cuotas extraordinarias que los vecinos de una comunidad deben aportar ante un gasto imprevisto que no estaba presupuestado. Las derramas más habituales que suelen aparecer en las comunidades de vecinos son las que conciernen a arreglos de desperfectos en la fachada del edificio, la reparación o instalación de ascensores, cambios o renovación de las instalaciones eléctricas, mejoras en las tuberías y solución de humedades o plagas, detallan desde este portal inmobiliario.
Entérate de cuándo puedes estar exento de pagar una derrama en tu comunidad
Respecto a la obligatoriedad de pagar o no una derrama, el artículo 9 de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) indica que los propietarios deben contribuir, con arreglo a la cuota de participación fijada en el título o a lo especialmente establecido, a los gastos generales para el adecuado sostenimiento del inmueble, sus servicios, cargas y responsabilidades que no sean susceptibles de individualización.
Teniendo en cuenta este artículo, por lo general el propietario debe aportar en una derrama, aunque hay casos en los que estaría exento. Asimismo, para poder aprobar la derrama de una comunidad es necesario convocar una junta extraordinaria de propietarios. Si se trata de una derrama para una instalación o mejora no necesaria, deberá contar con el voto a favor de 3/5 partes de los vecinos. Si la derrama va destinada a instalar o adaptar infraestructuras comunes de telecomunicaciones o de energía renovables, necesitaría el voto afirmativo de un tercio de los propietarios de la comunidad.
Fernando Céspedes, administrador de fincas en Communal, ha resumido algunos de los casos más habituales en los que un propietario no tiene la obligación legal de pagar una derrama. El primero concierne a una nueva instalación que en la junta de vecinos se haya considerado como una mejora no necesaria. En este caso, los disidentes no estarán obligados al pago de los gastos de la derrama que se genere si excede del importe de tres mensualidades ordinarias de gastos comunes, indica. Tampoco estará obligado a pagar la derrama si es para abonar gastos de abogado y procurador en un procedimiento entre la comunidad y el comunero. Otro caso del que el propietario está exento de contribuir a la derrama sería si hay que pagar un gasto del que está exonerado en los estatutos de la comunidad.
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