Deuda empresarial alcanza su nivel más bajo en cuatro años, a pesar de la situación de 'frenazo' en los mercados inversores

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Deuda empresarial alcanza su nivel más bajo en cuatro años, a pesar de la situación de 'frenazo' en los mercados inversores

En un contexto de incertidumbre en los mercados inversores, donde la situación de 'frenazo' se ha instalado en la mente de los inversores, la deuda empresarial ha logrado alcanzar su nivel más bajo en los últimos cuatro años. Esta noticia puede parecer paradójica, ya que se esperaría que la inestabilidad financiera y la volatilidad en los mercados llevaran a un aumento en la deuda empresarial. Sin embargo, los datos muestran que las empresas han logrado reducir su deuda y mejorar su situación financiera, lo que puede ser un indicador positivo para la economía en general.

La deuda empresarial cae a mínimos en cuatro años

La inflación, la subida de los tipos de interés a máximos desde 2001 y las tensiones geopolíticas en Ucrania y Oriente Medio han empujado a las empresas españolas a reducir su apalancamiento a mínimos de cuatro años. En concreto, el tejido productivo español acumulaba al cierre de mayo deudas por valor de 918.500 millones, con un recorte de 8.000 millones con respecto al mismo mes del año anterior, lo que se traduce en un 0,8% menos.

Para encontrar un nivel similar hay que remontarse a septiembre de 2020, en plena pandemia por Covid-19, constatando así el freno experimentado. Sin embargo, esta reducción no ha sido paulatina, con oscilaciones en el saldo que abarcan desde los 931.059 millones y los citados 918.500 millones durante el último año.

Este periodo ha estado marcado por los últimos movimientos del Banco Central Europeo (BCE) en materia de política monetaria restrictiva tras ejecutar las últimas alzas de los tipos en julio y septiembre de 2023. Con los tipos en el 4,5%, umbral en el que han permanecido hasta el pasado mes de junio, cuando el organismo con sede en Fráncfort ejecutó una bajada de 25 puntos básicos, el endeudamiento de las sociedades no financieras ha vivido dos etapas diferenciadas en este arranque de 2024.

Una de enero a marzo, en el que se incrementó en alrededor de 6.000 millones, para comenzar de nuevo la senda descendente en abril. Las empresas afrontan este nuevo escenario en zona de mínimos y se quedan a poco menos de 46.000 millones de acariciar los 872.575 millones de la 'era preCovid'.

La inversión empresarial sufre un lastre

La inversión empresarial sufre un lastre

Desde el pico máximo alcanzado en agosto de 2022 (960.000 millones), justo cuando el BCE empezó a apretar con los tipos el freno en la demanda de crédito ha sido una constante. La parálisis de los últimos meses se da en un momento de menor inversión empresarial, que empieza a dar síntomas de fatiga.

Todo apunta a que las previsiones de PIB para este año, con España a la cabeza en crecimiento dentro de la eurozona, no irán acompañadas de mayores recursos en maquinaria y bienes de equipo. A cierre del primer trimestre del año, la inversión empresarial todavía se encontraba un 6,4% por debajo de lo registrado en la 'vieja normalidad', según se desprende del informe Coyuntura Económica, elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE).

Si bien la mayor parte de la mejora viene del lado del sector público, no sirve para compensar la caída en la inversión privada, empujando a una situación en la que España se queda rezagada en el ámbito europeo, donde dicha variable es un 3,3% superior.

En dicho estudio, la organización tacha esta radiografía de preocupante y señala entre los posibles motivos la incertidumbre regulatoria, así como una mayor carga fiscal. También cita lentitud en la ejecución de los fondos Next Generation o el menor crecimiento de los márgenes empresariales y, en menor medida, el tensionamiento de las condiciones financieras, junto con el notable repunte de los costes de producción, como la energía y las materias primas.

Las empresas, a pesar de estar en una situación financiera más saneada, no están destinando recursos a la inversión como en el pasado y prefieren amortizar deuda o invertir en activos financieros, destacan. De hecho, en el documento alertan de que esta falta de inversión podría suponer un lastre de cara al aumento de la productividad y un condicionante para el crecimiento potencial de la economía, figurando como uno de los principales retos a corto y medio plazo.

La financiación a hogares remonta

La evolución a la baja choca con la mayor demanda de crédito por parte de las familias, que aunque registra caídas en términos interanuales, ya ha síntomas de cambio de tendencia. La mayor demanda de financiación a hogares para adquirir o reformar una vivienda y de préstamos al consumo, sumando tres meses consecutivos de ascensos da paso a una incipiente reactivación, que el sector bancario confía en apuntalar en los próximos meses.

El saldo conjunto de préstamos a las familias roza los 680.000 millones, cifra que se ve impulsada gracias al tirón del pago a plazos, que rompe un nuevo récord desde el estallido de la burbuja inmobiliaria. Al término de mayo, el volumen ha rebasado los 101.000 millones, cifra récord desde febrero de 2008, motivado por el mayor consumo de los hogares.

Susana Vidal

Soy Susana, redactora de la página web Diario Online, un periódico independiente de actualidad nacional española. Mi pasión por la escritura y la veracidad de la información me lleva a investigar a fondo cada noticia que publicamos. Con un enfoque objetivo y crítico, me esfuerzo por ofrecer a nuestros lectores contenidos relevantes y de calidad. Mi compromiso es mantener informada a la sociedad española, abordando temas de interés público con profesionalismo y ética periodística. ¡Gracias por seguirnos en nuestra plataforma digital!

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