En un impactante informe sobre el desempleo juvenil, se destaca que un alarmante 40% de los jóvenes parados no solicita ayuda al Servicio Estatal de Empleo (SEPE) debido a la falta de confianza en la efectividad de esta institución para resolver su situación laboral. Esta situación es aún más preocupante si se tiene en cuenta que el desempleo juvenil es uno de los principales problemas sociales que enfrenta nuestra sociedad. La desesperanza y la desilusión entre los jóvenes parados son algunos de los motivos que llevan a esta decisión, lo que plantea serias dudas sobre la capacidad del SEPE para abordar esta problemática.
La mayoría de jóvenes desempleados no se registra en el SEPE
Un análisis elaborado por Fedea, BBVA Research y Sagardoy Abogados revela que un 42% de los jóvenes menores de 25 años que están desempleados no se encuentran registrados como demandantes de empleo en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Esta cifra es especialmente llamativa si se compara con el 22% general de parados que aseguran no estar anotados en el SEPE.
Según el investigador asociado a Fedea, Florentino Felgueroso, existen dos factores clave que explican esta situación. Hay básicamente dos factores, en la definición de paro registrado se excluyen varios colectivos desde el año 1985, uno de ellos son jóvenes que estén estudiando formación reglada, aun buscando un empleo, no se le cuenta como parado. Además, lo que parecen indicar los datos es que no se registran porque no está entre los métodos principales para buscar un empleo de prácticamente nadie, pero al menos de los jóvenes.
La importancia de la registro en el SEPE
La diferencia entre los parados con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años que reflejan ambas estadísticas es de 261.000 personas, un número que solo se ve superado por la franja inmediatamente superior que va de los 25 a los 44 años, donde 294.000 personas escapan del radar del SEPE.
Por el contrario, esta comparativa arroja un 'exceso' de 311.000 parados de más de 45 años que el Instituto Nacional de Estadística (INE) no califica como tales al elaborar la Encuesta de Población Activa. Según Felgueroso, esto se debe a que esta franja de edad acude más a las oficinas públicas por tener derecho al paro o poder cobrar un subsidio, a pesar de que en algunos casos no tenga un interés real por incorporarse a su puesto de trabajo.
La reforma del SEPE sigue pendiente
Las oficinas dependientes del Ministerio de Trabajo no son la opción número uno a la hora de buscar trabajo para ninguna de las franjas de edad analizadas. Los contactos de familiares y amigos son la fórmula preferida por los españoles, con independencia de cuál sea su edad, seguidos por el estudio de anuncios de empleo y colgar el currículum en alguna plataforma web.
El Gobierno tiene pendiente llevar a cabo la reforma del servicio público que se recogió en la Ley de Empleo de 2023 que dará paso a la Agencia Nacional de Empleo. La mejora de estos servicios está en el punto de mira de los sindicatos y la de las patronales, que ven como no está siendo capaz de dar respuesta al problema de vacantes que enfrentan algunos sectores económicos.
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