El Banco Central Europeo (BCE) ha iniciado una nueva etapa en su política monetaria, caracterizada por una serie de reducciones de tipos de interés que generarán un escenario de incertidumbre en el mercado financiero. A pesar de esta tendencia a la baja, los expertos coinciden en que las hipotecas no volverán a ser tan asequibles como lo fueron antes de la estabilidad de precios. La estabilidad de precios, lograda gracias a la acción del BCE, ha llevado a un aumento en las tasas de interés, lo que ha encarecido el coste de la vivienda. En este sentido, la reducción de tipos no será suficiente para que las hipotecas vuelvan a ser tan asequibles como antes.
El BCE eleva previsiones de crecimiento y inflación, pero evita ir más allá
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha anunciado que el BCE ha aprobado la primera bajada en los tipos de interés oficiales del euro desde que comenzó a subirlos hace casi dos años para tratar de doblegar la inflación.
Con los precios cada vez más controlados (el IPC de la eurozona ascendió al 2,6% en mayo), la batalla contra la inflación se acerca a su fin. Sin embargo, el BCE se resiste a enterrar el hacha de guerra. Aunque los precios están ya muy cerca del objetivo que persigue el banco central, el supervisor del euro tiene algunas preocupaciones en mente.
En concreto, preocupa lo que el BCE llama inflación doméstica, es decir, la que afecta a los bienes y servicios que se producen dentro de la eurozona. Estos precios están muy vinculados a los salarios, que están subiendo todavía a niveles históricamente altos en los países del euro.
El camino hacia la baja de los tipos de interés
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, insistió en la rueda de prensa posterior al anuncio que el BCE no se compromete a ninguna senda predefinida de bajada de los tipos. Evaluarán la situación reunión a reunión y tomarán decisiones basadas en los datos que van llegando.
Los mercados apuestan en estos momentos a que el BCE bajará tipos al menos una vez más en lo que resta de año. Y creen que es probable que se produzca una segunda bajada también antes de 2025, aunque en este caso no la dan por segura.
El impacto en los hipotecados
El ritmo al que se reduzcan los tipos de interés preocupa, por supuesto, a los hipotecados a tipo variable o a las personas que están esperando al mejor momento para solicitar un préstamo. Cuanto más rápida y decidida sea la caída, más veloz e intenso será el alivio para quienes tienen un préstamo variable. Y mejores las condiciones que podrán encontrar quienes quieren acceder a un crédito.
El consenso de los analistas sugiere que el euríbor se situará todavía en el entorno del 3,2% en diciembre de este año. Si damos por buena la senda que anticipa este panel, en los próximos meses llegarán a verse bajadas en la mensualidad de las hipotecas de hasta el 9,1%, que se traducirían en 81 euros mensuales de ahorro para una hipoteca media (150.000 euros a 25 años, con una revisión anual y un diferencial de un punto sobre el euríbor).
La incertidumbre sobre el suelo
Pero la gran incógnita que se abre con esta nueva fase inaugurada por el BCE es dónde está el suelo. Cuál será el nivel en el que los tipos de interés se estabilizarán. La incertidumbre sobre esta cuestión es enorme.
Los analistas profesionales encuestados por el BCE creen que la meta final podría estar en un tipo de interés entre el 2 y el 2,5% para los depósitos a largo plazo (actualmente el nivel es del 3,75%).
Conocemos el destino. Sabemos la dirección que estamos tomando. Conocemos la metodología que aplicaremos (.) pero lo que es muy incierto es la velocidad a la que viajamos y el tiempo que nos llevará, zanjó Lagarde.
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