En un informe reciente, el Fondo Estatal de Jubilaciones y Pensiones (Fedea) ha presentado un análisis detallado sobre las medidas propuestas por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para atrasar la edad de jubilación. Según el informe, estas medidas no tendrían el impacto económico que el Gobierno esperaba. De acuerdo con Fedea, el ahorro estimado es significativamente menor de lo que se había previsto inicialmente. Esta noticia ha generado un gran interés en el ámbito político y social, ya que el sistema de pensiones es un tema de gran importancia para la economía y la sociedad española.
Las medidas para retrasar la edad de jubilación en España no serán tan efectivas como se esperaba
Según un informe de Fedea, las medidas adoptadas en la última reforma de las pensiones para retrasar la edad de jubilación traerán un ahorro poco importante y muy por debajo de lo que se había estimado.
Los economistas de Fedea creen que las medidas diseñadas por el exministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, lograrán disuadir las jubilaciones anticipadas y fomentarán que los trabajadores demoren la fecha de su retiro. Sin embargo, no sería suficiente para lograr una reducción notable del gasto en pensiones como se había previsto.
Un ahorro muy modesto
Según los cálculos de Fedea, el ahorro que se conseguiría oscilaría entre la nada y 0,22 puntos de PIB hasta 2050. Esta cifra es muy alejada de las previsiones del Gobierno, que cifró el ahorro de los incentivos a la jubilación demorada en 1,4 puntos de PIB.
La estimación de Fedea también queda lejos de los 0,8 puntos de PIB de ahorro que proyecta la Airef. Sin embargo, se acerca a los cálculos del Banco de España, que cree que, incluso en el improbable escenario en que todas las personas que se jubilan decidieran retrasar un año su retiro, el ahorro llegaría como mucho a las cinco décimas de PIB.
Disuadir e incentivar
El Gobierno introdujo dos grandes medidas en la anterior reforma de las pensiones para lograr que los trabajadores se jubilen más tarde. Por un lado, se cambió el sistema de penalizaciones para quienes anticipan su jubilación, para endurecerlo en algunos casos y relajarlo en otros.
La medida más importante fue un aumento de los incentivos para retrasar la jubilación. Se introdujo una bonificación del 4% en la pensión por cada año que se retrasa el retiro, con la posibilidad de sustituir este porcentaje por una cantidad fija a cobrar de una sola vez.
La reacción de los trabajadores
Los expertos de Fedea estiman que el porcentaje de personas que anticipa su jubilación voluntariamente se redujo del 26,8% en 2021 al 24% en 2022, cuando el incentivo ya estaba en marcha. Sin embargo, la pensión media ha aumentado como consecuencia de ello.
Además, también cayó el tiempo que se demora el retiro de 6,2 a 5,2 trimestres. El efecto sobre la demora en la jubilación es también modesto. En Fedea calculan que las jubilaciones demoradas pasaron del 6% del total al 6,3% en 2022, mientras que los años demorados aumentaron de los 2,8 a 2,9.
La incertidumbre de las previsiones
Es importante tener en cuenta que las previsiones son inciertas y complejas, al tratarse de un escenario a 25 años vista. Los grandes analistas no se ponen de acuerdo siquiera en si demorar la jubilación aumentará o reducirá el gasto en pensiones. Y tampoco en el efecto que podría tener en el crecimiento económico mantener a los trabajadores en el mercado laboral durante más tiempo.
La elección de la mejor opción
Otra de las conclusiones que llaman la atención es que los trabajadores tienen ciertas dificultades a la hora de elegir qué bonificación es mejor para ellos cuando retrasan su jubilación por encima de lo legal. En Fedea estiman que solo en el 64% de los casos se toma la mejor decisión desde el punto de vista económico o financiero.
Los últimos datos recopilados por Fedea reflejan que el 28,1% de las personas eligen cobrar un cheque único y el 72% el complemento del 4%. Cuando un trabajador demora su jubilación debe elegir entre si cobra un recargo del 4% en su pensión por cada año de retraso durante el resto de su vida o si percibe una cantidad fija al principio y ya. La edad, el sexo o la probabilidad de supervivencia son factores que determinan cuál es la opción óptima.
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