El Gobierno de España ha anunciado un compromiso trascendental con la Unión Europea al comprometerse a lograr un 'superávit puro' en 2025, un hito que no se alcanzaba desde hace más de una década. Este hecho representa un cambio significativo en la política fiscal del país, que ha luchado por mantener un equilibrio presupuestario durante años. La meta de alcanzar un superávit puro implica un excedente de ingresos respecto a los gastos, lo cual refleja una gestión financiera sólida y responsable. Esta decisión ha sido recibida con optimismo por parte de las instituciones europeas, que ven en este compromiso una señal de estabilidad y compromiso por parte del Gobierno español.
España se compromete a alcanzar 'superávit puro' tras años de desequilibrios
El Gobierno español, liderado por la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asumido ante Bruselas el compromiso de lograr un 'superávit puro' el próximo año. Este hito, que implica que los ingresos públicos superen a los gastos sin considerar el pago de intereses de la deuda, representa un avance significativo en las finanzas del país. España no ha logrado un superávit primario en los últimos 18 años, marcados por diversas crisis que han afectado severamente las arcas nacionales.
Gobierno español apuesta por ajuste fiscal para reducir la deuda pública
Tras años de desequilibrios financieros provocados por crisis sucesivas, el Gobierno español se ha propuesto reducir su deuda pública y cumplir con los rigores exigidos por Bruselas. Se espera que el déficit general se reduzca al 3% en 2024 y al 2,5% en 2025, demostrando un compromiso con la estabilidad económica a largo plazo. Para lograr este objetivo, se plantea un ajuste fiscal que garantice una reducción clara de la deuda en el futuro, con un aumento de ingresos públicos, principalmente a través del IRPF, y una moderada disminución del gasto público.
Economía española proyecta crecimiento con medidas de consolidación fiscal
La economía española muestra signos positivos de crecimiento en el primer trimestre, con un aumento del PIB del 0,7% impulsado por las exportaciones y la inversión. El Gobierno confía en que el PIB avance un 2% en 2024 y un 1,9% en 2025, favoreciendo la creación de empleo y la reducción de la tasa de desempleo. Se espera que la demanda nacional sea el principal motor de crecimiento, generando mayores ingresos para las arcas públicas, sobre todo a través del IRPF y el posible repunte del consumo. Sin embargo, aún no se han detallado las medidas concretas para ajustar el presupuesto a partir de 2025, lo que representa un desafío ante el crecimiento de la deuda y el déficit en el futuro.
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