El recorte en Masorange marca el final de otro año difícil para la industria de las telecomunicaciones con 5.500 empleados despedidos

Index

El recorte en Masorange marca el final de otro año difícil para la industria de las telecomunicaciones con 5.500 empleados despedidos

El año que acaba de concluir ha sido especialmente complicado para la industria de las telecomunicaciones, que ha visto cómo la crisis económica y la intensa competencia en el mercado han llevado a una ola de despidos masivos. En este contexto, el recorte en Masorange se ha convertido en la gota que colma el vaso, con un total de 5.500 empleados despedidos. Esta cifra no solo supone un duro golpe para los trabajadores afectados, sino que también refleja la gravedad de la situación en la que se encuentra el sector. En las próximas líneas, analizaremos las causas y consecuencias de esta decisión, así como las perspectivas para el futuro de la industria de las telecomunicaciones.

La crisis en la industria de telecomunicaciones: Masorange despide a empleados en un año negro

El consejero delegado de Masorange, Meinrad Spenger, ha propuesto un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que culmina un 2024 especialmente difícil para el sector de las telecomunicaciones en España, con hasta 5.500 salidas.

Cuatro de los cinco principales grupos por facturación han recurrido a la tijera para reducir costes ante un mercado especialmente competido e impactado por la fuerza de los productos de bajo coste. La única excepción es Digi, la rumana que se beneficia de esta situación.

Un año aciago para las operadoras de telecomunicaciones

Un año aciago para las operadoras de telecomunicaciones

El guión de otras oleadas se ha repetido. Primero fue Telefónica, con la mayoría de las salidas, cuyo grueso se materializó en el primer trimestre del año. Posteriormente llegaron los demás: Vodafone, Avatel. y, por último, Masorange.

En 2021 sucedió algo muy similar, con los tres grandes sacando la chequera. La otra gran oleada se produjo a mediados de la década pasada, con el primer plan de bajas incentivadas (conocido como PSI) en la dueña de Movistar y los recortes en las otras dos principales tras las compras de ONO y Jazztel.

Los recortes en Masorange

En total, solo este año se van a producir alrededor de 5.500 salidas, cifra que está a la espera de que se cierre definitivamente el ERE de Masorange, en el que se espera una rebaja de la afección final.

Las cifras de Masorange están aún por cerrarse. La cifra inicial que pone sobre la mesa son 795 empleados. Y lo hace solo en seis de las nueve sociedades que conforman el grupo, entre las que no está, por ejemplo, Simyo y otras.

La afección es claramente más baja que la de los otros dos grupos más pequeños. Y tiene como objetivo eliminar duplicidades y estructura tras la fusión.

La negociación con los sindicatos

La mesa y la voluntariedad son claves en esta negociación. El grupo se ha reconocido administrativamente como grupo laboral y es a lo que se agarra para constituir una única mesa de negociación.

No se ha creado aún un comité intercentros de todo el holding y hay comités de Orange, Euskaltel y Yoigo independientes dentro de la misma estructura. Los sindicatos ya estudian con sus equipos jurídicos si tiene sentido negociarlo de manera conjunta o en cada una de las filiales.

Todas las partes esperan que haya una reducción de las cifras. Pero al no ser una afección de máximos, como sucedió en Vodafone, puede que esto genere resistencia para rebajarla mucho.

El sector de las telecomunicaciones en crisis

El telón de fondo está marcado por una crisis profunda en el sector de las telecomunicaciones. La caída de los ingresos por una fuerte competencia comercial es uno de los grandes caballos de batalla.

Los reguladores han exigido desde hace años que exista al menos un cuarto operador fuerte que realmente genere dinamismo -tras la fusión de Masorange se ha dado todo el oxígeno posible a Digi, el único de los cuatro grandes que crece a ritmos de dos dígitos-.

Esto ha llevado también a una fuerte potenciación del bajo coste, con márgenes mucho más estrechos. Hoy se estima que entre seis y siete altas netas de productos de conectividad se enmarca en esta gama.

La facturación no ha dejado de caer entre las grandes. Y han tendido a reducir también la plantilla para mantener (o ajustar) los ratios de ventas por trabajador.

En el caso de Orange, la compañía generó en 2017 -tras la digestión de la compra de Jazztel- un total de 5.371 millones lo que suponía 810.000 euros por trabajador. En 2023, la plantilla era de prácticamente 6.100 trabajadores tras el ajuste de dos años antes y cada uno concentraba 770.000 euros.

Laura Ramírez

Hola, soy Laura, periodista de la página web Diario Online, un periódico independiente de actualidad nacional española. Mi pasión por la verdad y la objetividad me impulsa a investigar a fondo cada noticia que presento, brindando a nuestros lectores información veraz y relevante. Con una pluma ágil y comprometida, busco transmitir los hechos con claridad y rigor, contribuyendo a la formación de una sociedad informada y crítica. En Diario Online, trabajamos con el firme propósito de ser un referente en el periodismo digital, manteniendo siempre nuestra independencia y profesionalismo. ¡Gracias por seguirnos!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir