En el marco de la Oferta Pública de Adquisición (OPA) hostil lanzada por el BBVA sobre el Banco Sabadell, el diputado del Grupo Parlamentario Socialista, José Luis Garamendi, ha exigido al Gobierno que se abstenga de intervenir en el proceso y respete las decisiones privadas de los accionistas del banco catalán. Según Garamendi, la intervención gubernamental en este asunto podría ser perjudicial para la estabilidad financiera del país y afectar negativamente la confianza de los inversores en el sistema financiero español. El diputado socialista ha recordado que las operaciones empresariales deben desarrollarse en un marco de libre competencia y respeto a la propiedad privada.
Gobierno debe respetar decisiones de accionistas y no intervenir en operaciones empresariales
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha defendido que el gobierno debe respetar las decisiones de los accionistas y no intervenir en las operaciones empresariales. Según Garamendi, el valor en bolsa de las empresas españolas es menor que el que tendrían si fluyeran, es decir, sin la carga fiscal que no permite que ganen dinero.
En referencia a los gravámenes extraordinarios que soportan la banca y las grandes energéticas, Garamendi ha asegurado que de estas decisiones llegan consecuencias.
En el marco del V Foro Internacional Expansión, Garamendi se refirió a la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell, así como a la entrada del Estado en el capital de algunas empresas, como está pasando con la SEPI en Telefónica, o a la tutela de algunas operaciones, como en Talgo.
Al ser preguntado expresamente por la opa del BBVA sobre el Sabadell, Garamendi recordó que ambas entidades son socias de la CEOE y pidió respeto por las decisiones que quieran tomar desde el ámbito privado, exigiendo al gobierno que deje a las empresas trabajar y a los accionistas decidir.
El gobierno ha rechazado la operación de BBVA sobre el Sabadell argumentando que sería lesiva para el sector. Sin embargo, Garamendi considera que el intervencionismo del Estado no tendría por qué darse si se dejara fluir a las empresas.
Además, Garamendi señaló que hay que vigilar muy bien no tanto la entrada como la gestión de capital extranjero en empresas españolas, ya que no sería bueno para el país que el Estado vaya cogiendo peso en estas empresas.
Hay que proteger a las empresas, a los accionistas, cuidarlas entre algodones, dijo Garamendi, defendiendo la autonomía de las empresas y la libertad de acción de los accionistas.
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