En un movimiento estratégico para diversificar sus operaciones, Holaluz anuncia su entrada en un nuevo campo de actividad, aprovechando la oportunidad que se presenta con la disminución del préstamo estatal del Instituto de Crédito de España. Esta iniciativa supone un paso importante para la empresa, que busca ampliar su presencia en el mercado y diversificar sus ingresos. La empresa española, conocida por su enfoque en la energía renovable y sostenible, tiene ahora la oportunidad de explorar nuevos horizontes y capitalizar la tendencia creciente hacia la sostenibilidad. En este sentido, la desaparición del préstamo estatal del Instituto de Crédito de España supone una oportunidad única para Holaluz de consolidar su posición en el mercado y estrechar su liderazgo en el sector de la energía verde.
Holaluz enfrenta un nuevo desafío: sin préstamo estatal, buscará socio industrial
La situación financiera de la empresa de energía renovable Holaluz se vuelve cada vez más delicada. La posibilidad de recibir un préstamo público del Institut Català de Finances (ICF), dependiente de la Generalitat de Cataluña, como balón de oxígeno a su delicada situación, se ha esfumado.
Distintas fuentes del sector aseguran que Holaluz ya no cuenta con la opción de recibir este préstamo, lo que no significa que la compañía agote sus posibilidades para evitar el preconcurso de acreedores. En su lugar, la empresa está intensificando los trabajos para encontrar un socio industrial.
La búsqueda de un socio industrial
La presidenta ejecutiva y cofundadora de la sociedad, Carlota Pi, ha mantenido contacto con potenciales inversores, pero hasta el momento, ninguno ha resultado fructífero. La empresa ha formalizado recientemente una operación de financiación por importe de cuatro millones de euros, que ya ha sido desembolsada.
La empresa busca un socio industrial que entre en el capital con una participación minoritaria, lo que supone una línea roja para muchos. Las fuentes explican que un potencial socio impondría la condición de tomar el control para luego consolidar la cartera de clientes en su grupo o mantener la firma catalana como una comercializadora alternativa.
La difícil situación financiera
Holaluz aspira a lograr unos 20 millones de euros de financiación, pero su situación financiera es delicada. La empresa anunció en noviembre del año pasado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para unos 200 trabajadores, lo que supone el 27% de su plantilla, por la ralentización del negocio de solar en el ámbito residencial.
A 31 de diciembre de 2023, el saldo de 36,3 millones de las deudas a corto plazo incluye préstamos ICO suscritos en 2020 y 2021 en programas impulsados por el Gobierno para mitigar los efectos de la covid-19, la amortización de un préstamo concedido por ICF y un préstamo de financiación de impuestos de Banco Santander; pólizas de crédito ICO; y 'confirmings' ordinarios e ICO, entre otros pasivos.
Además, la empresa tiene líneas de avales y garantías concedidas por diferentes entidades bancarias por un total de 46 millones de euros: 30 millones de euros en líneas de caución y 16 millones de euros en avales bancarios.
Un futuro incierto
Holaluz quiere mandar un mensaje positivo y asegura que comenzó 2024 con una estructura más eficiente y continúa con la ejecución de reducción de costes a todos los niveles. Sin embargo, la empresa tiene un valor en bolsa de 29,44 millones de euros, apenas diez millones más de lo que está pidiendo y menos que la deuda que acumula.
La búsqueda de un socio industrial y la refinanciación de su actividad son clave para el futuro de la empresa. Sin embargo, el camino hacia adelante es incierto y la empresa enfrenta un desafío importante para salir de su delicada situación financiera.
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